Mi historia es una muy particular. Nací y crecí en una metrópoli calurosa. De una familia como cualquier otra, yo era una más. Una más. Mi vida era bastante normal: iba a la escuela, iba a clases de baile, tenía un buen grupo de amigos, etc. Nada fuera de lo ordinario. Hasta que un día todo cambió.
Tenía 22 años en ese entonces. Recuerdo haberme ido a dormir una noche, pensando en aquella muchacha adolescente que alguna vez fui. A la mañana siguiente algo no andaba bien. Desperté con la voz de mi mamá diciéndome que debía alistarme para ir al colegio. ¡Al colegio! Me vi en el espejo y no lo podía creer ¡volvía a verme como de doce años! Entonces, me di cuenta...podía volver a hacerlo todo una vez más.
Si la gente supiera tal vez pensarían "¡muchacha tonta! ¡pudiste haberte hecho rica!" pero honestamente yo solo quería una cosa: hacer lo que nunca me atreví a hacer. Fui a aquella fiesta, le declaré mi amor a ese chico que nunca se habría fijado en mí, me rompió el corazón. Canté enfrente de toda la escuela en la obra musical, solté la voz como nunca y disfruté del aplauso. Le dije a mis amistades lo importante que eran para mí, a otros les dejé de hablar. Hice una fiesta en mi casa y nos pusimos a bailar. Al llegar a la carrera opiné mucho más. Fui a más fiestas, reuniones y demás. Invité a esa persona a salir y hasta un beso le planté. No duró mucho y con esa otra persona mejor bailé. Volé de lugar en lugar, no le tenía miedo a la aventura. No todo siempre salía bien, en algunas ocasiones hasta el labio me rompí. Y en otras, ni a la muerte pude interrumpir. Al final todo valía la pena, como cuando por una planta al escenario me subí. Me dejé de rodeos, a aquella persona la invité a salir. Me puse mis moños, como diría mi mamá. Trabajé en lo que tanto me gustaba sin esperar que dijeran los demás.
Hay días en que me voy a dormir y me da miedo despertar. Despertar y encontrar que nada sucedió y debo volver a empezar. A veces me carcomen las ganas de querer confesarle a alguien más lo que a mí me pasó. Pero, por el momento, seguiré por aquí de incógnita, lanzando esta historia a la desconocido.
