Casa Ajena

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- Sabes, Tae. . . Siempre he querido hacer esto con Jiminie – Mencionó la mujer viendo como el nombrado cortaba cuidadosamente el salmón, sacándole las espinas, escamas sueltas y demás partes innecesarias, para luego colocarlo en la sartén con aceite caliente.

- ¿Y porque no lo ha hecho, señora? – Cuestionó y la aludida suspiro con una suave carcajada al final del gesto.

- Simplemente, no puedo – Admitió con amargura en su garganta – Su padre y yo siempre estamos trabajando, él ya no es un niño, tiene sus necesidades y responsabilidades, busca un buen futuro y eso lo mantiene ocupado... es imposible tener un tiempo juntos en donde los dos tengamos energía suficiente – Realmente le dolía no poder ser la madre que Jimin debía tener.

Taehyung sintió una punzada en su corazón. Aquella dulce mujer apoyada en el mármol sobre la mesada, con una sonrisa encantadora en su rostro, ahora mismo dejaba salir a la luz su lado más sincero, pero triste. Y ahí mismo, se preguntó si su propia madre estaría sintiendo eso mismo que Gyeong, ¿Extrañaría a su raro e innatural primogénito? ¿Extrañaría convivir con él durante el mediodía, luego de la escuela, después en la noche, cuando veían una película esperando a papá y ella le daba los últimos mimos abrazándolo, regalándole besitos en la frente y su nariz, para terminar el bonito día...?

Tal vez su mamá no. No lo sabía con exactitud, pero estaba completamente seguro de que él sí, con todo su corazón.

- Yo creo... que no – Hablo el pelirrojo – No es imposible, sino complicado – Mordió su belfo inferior con un poco de inseguridad – Después de todo, aun cuando Jiminie Hyung cumpla cuarenta y dos años, seguiría siendo su niño, tiene el resto de su vida para cocinar con él, aprovéchelo mucho cuando tenga la oportunidad –

- Claro – Gyeong sonrió enternecida ante las inocentes palabras del chico – Lo haré y le daré unos palazos si él no coopera – Admitió levantando el cucharon de madera y golpeándolo ligeramente sobre su otra mano causando una sonrisa aliviando al menor.

- Creo que es muy maduro por tu parte, Taehyung – Habló la madre de Yoongi entrando desde el comedor, pues había puesto ya el mantel con una ensalada y estaba volviendo por unos vasos – Pero no sabes lo difícil que es tener obligaciones económicas para mantener a flote a una familia – Fue interrumpida.

- No sé lo que es mantener a una familia, señora, pero trabajar y controlar los gastos de un departamento, así como a mí mismo y Jeon y mantenernos decentes, mientras estudio, no es fácil, así que las admiro... –

La madre del peli-gris solo pudo mantenerse callada y escuchar, obviamente no estaba dentro de sus intenciones, cuando pronuncio su comentario, ofender o menospreciar a Tae, sin embargo, únicamente quiso darle una vista realista a un chico que probablemente era un novato de la vida adulta moderna, una vida llena de obstáculos que no se pasaban con algunas palabras, pues la señora Min era alguien que no daba vueltas con lo emocional dentro de sus necesidades humanas básicas, como comer.

No culpaba al pasado ni a sus decisiones por su estabilidad económica actual, como hacen las madres cuando salen los temas como ¿Qué quieren ser cuando sean grandes? y se dedican a darte un discurso lleno de aprendizajes sobre malas decisiones, por ejemplo "Es mejor que estudies y te gradúes de doctor o abogado, así puedes vivir mejor que nosotros ahora, te lo digo por experiencia, hijo, no dejes la escuela", solo se seguía esforzando, sin nada más que trabajar, los pensamientos venían después.

Era una madre que vivía literalmente en el presente, si uno de sus hijos fallaba, su trabajo era que siguieran avanzando sin pensar en sus errores anteriores, su lema "Debes trabajar y trabajar para conseguir algo que quieres, nada es gratis, válete por ti mismo". Duro, pero conciso y real. Y esas palabras de Taehyung estaban llenas de ilusión y fantasía.

Es Un Secreto Amarte - KookTae/TaeKook - (?)Where stories live. Discover now