Capítulo 5

298 28 193
                                    


La siguiente semana estuve en cama con mucha temperatura, ya no supe si fue a causa de la lluvia o por todo lo que me estuvo diciendo mi papá, busqué en internet una foto del señor al que me quiere atar, es un viejo mucho mayor, ¡podría ser mi abuelo!

Mi plan de escape se ha visto interrumpido siempre, me tienen vigilada, el gorila de Inglaterra ahora reside en Tomoeda, y tal parece que ha dado todo reporte de mis intentos de escape, ya que no solo lo tengo a él, tengo todo un ejército cuidando mis pasos.

Puedo decir que tengo como consuelo el que Eriol se casará también con una completa extraña, aunque no lo veo molesto por eso, también Touya se casará, ¿desde cuando se volvieron populares las bodas por conveniencia? Tengo que encontrar la manera de librarme de esto, unos toques a la puerta me hacen salir de mis cavilaciones.

–El joven Hiragizawa está aquí –escucho a Kiyoko–

–Deja que pase por favor –me siento en la cama para recibirlo, me miro un poco en el espejo, tengo las mejillas rojas–

–Hola cerezo, te ves fatal –dice apenas me ve–

–Lo sé, le enviaré una foto mía en este estado a ese anciano que se quiere casar conmigo para que salga huyendo –hago un mohín, no puedo ni bromear con eso, me da asco–

–No seria mala idea, pero no te preocupes, sé que no te casarás con él... –lo miro curiosa esperando a que siga– puede que te lleves una gran sorpresa.

–Si me dices que uno de tus amigos me rescatará, te juro que me convierto en tu esclava –me recuesto de manera dramática–

–¿Te refieres Shaoran? ¿Qué te traes con él? –evito a toda costa su mirada, Eriol me conoce tan bien que puede leer mis miradas y todas mis reacciones–

Por más de una hora evado toda pregunta acerca de Shaoran, me concentro en que hable sobre su matrimonio y el motivo por el que aceptó, su móvil suena y es el aviso de que lo necesitan en el trabajo o es lo que él dice.

–Te vendré a ver seguido... por cierto, tu papá está organizando una cena, creo que ahí verás a tu futuro esposo –de verdad que es solo escuchar eso y hasta nauseas me dan, no sé cómo le haré cuando tenga al anciano enfrente–

Me recuesto un momento más, mis mejillas van quedando normales, supongo que la temperatura está cediendo, me trago un par de pastillas, en mal momento decidí mojarme, al menos tengo un hermoso recuerdo de aquel día, aunque su aroma se ha estado desvaneciendo, si tan solo pudiese verlo.

"Sakura, basta... no volverás a verlo" me recuerda cruelmente una voz en mi cabeza.

¿Y si él es mi salvador? Una última vez, solo quiero verlo por última vez, ya después haré todo lo que mi papá diga, ¿así de fácil me rendiré? Si james estuviese aquí, no podría creer lo sumisa que me he vuelto, cada día que pasa, siento odio hacia mi papá, esto que me hace no es justo.

Me levanto de la cama, me pongo un vestido sencillo pero cómodo, me ato el cabello en una coleta, aplico un poco de maquillaje para disimular mi malestar, no pasará nada si voy a la constructora y me topo a Shaoran.

Abro la puerta y me asomo un poco, no hay rastro de los gorilas, camino por el pasillo, cuidando de no encontrarlos, comienzo a escuchar voces en la cocina, me asomo un poco y los veo sentados comiendo, se supone que debería de estar al pendiente de mí, seguramente se confiaron de que ando encerrada en mi habitación, una ventaja que usaré a mi favor.

Apenas logro salir, puedo estar un poco más tranquila, tardarán un rato en darse cuenta de que no estoy, camino un poco hasta encontrar un taxi, aun me siento mareada, el médico que me atendió es un bueno para nada, no sabe hacer su trabajo, aprovecharé mi visita para preguntarle a Touya qué puedo tomar para aliviarme.

Secretos del cerezo.Where stories live. Discover now