[Shun Y Tú] Un sueño De Amor

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Narra T/n

Shun

Shun

Era... mi amado Shun, peleando con Vandor, o más bien solo golpeándolo.

No podía ver su rostro, estaba de espaldas hacia mí. Traté de levantarme como pude, y cuando me dí cuenta, dejó caer de sus manos a Vandor.

Yo: Shun... (susurré creyendo que no me escucharía, pero volteó a verme con ojos preocupados y como un rayo se lanzó a abrazarme).

Al instante correspondí su abrazo, sintiendo, después de tanto tiempo, la calidez de su cuerpo. Acaricié su espalda, tan fuerte, que con solo sentirla me sentí protegida.

De la nada me separó de sí y me arrojó a un lado rápidamente. No entendí ese acto, hasta escuchar un disparo. Mientras caía, pude ver como en cámara lenta, una herida y una gran mancha de sangre formarse en el torso de Shun, junto a sus costillas.

Yo: Shun (lo llamé mirando que cayó en una rodilla).

Una risa en la entrada llamó mi atención, y ví a uno de los hombres de Vandor cargar de nuevo su arma apuntando a Shun.

La mirada amenazante de Shun no cambió aún teniendo toda la desventaja en frente suyo.

?: Será mejor que bajes el arma amigo (amenazó por detrás del sujeto, una segunda voz).

Esa voz... era de... Seiya!

Seiya sonrió con arrogancia al sujeto ahora asustado.

Viendo la situación controlada, me confié en acercarme a Shun, quien estaba debilitado y la hemorragia no paraba.

Yo: Shun.

Me miró con la vista cansada y acarició mi mejilla.

Shun: (sonrió) Puedo morir en paz.

Yo: Shun, por favor no digas eso (negué con la cabeza).

Shun: Te amo... (dijo impaciente).

Seiya: T/n (llamó mi atención). Debes sacar a Shun de este lugar. Nosotros nos encargaremos del resto.

[...]

Salimos del lugar que por primera vez ví desde afuera. Cargaba a Shun de una brazo sobre mis hombros para llevarlo a un lugar más seguro.

No sabía ni conocía la ubicación en la que estábamos. Mis pasos solo me llevaron a adentrarnos entre los árboles.

Caminamos entre las hierbas, maleza, helechos, entre otras cosas buscando algún lugar estable. No pasamos más de diez metros cuando Shun, bajo sus propios medios, se sentó al pie de uno de los tantos árboles del bosque.

Busqué con la mirada algo que ayudara, y entonces encontré un letrero que decía "Bosque Aokigahara", y más abajo, "la vida es para quererla".

Me arrodillé junto a Shun, quien estaba tosiendo y sosteniendo su herida.

Me quité la camiseta del pijama que tenía puesta, dejando de lado el rubor que sentí cuando solo llevaba puesto debajo el sujetador. Shun me miró un segundo y me habló.

Shun: No tienes que hacer eso (dijo mientras levantaba su camiseta). Tendrás que preocuparte porque me dé una hemorragia nasal (rió).

Me sonrojé por sus palabras. Aún estando débil y herido se mostró con ánimo.

No había sentido ese nerviosismo de esa forma en mucho tiempo. Solo me ponía nerviosa así cuando estaba con Shun.

Envolví la larga tela que deshice de mi camisón en el torso de Shun, cubriendo la herida para evitar la hemorragia.