No paso mucho tiempo que me crucé con ella de nuevo,
yo estaba en una clase cuándo de repente retumban sus firmes y enérgicos pasos, en eso levanto la mirada, solo veo una luz y su silueta que poco a poco iba acercándose.
Un ser tan reluciente y a la vez imponente que me dejaba totalmente impotente, con su cabello estilo Cleo.
Se sentó en su respectiva silla, tenia un estilo muy oscuro, ropa, uñas y maquillaje negros, e imposible no destacar sus botas de cuero.
De brazos cruzados con su mirada hacia arriba, era evidente su mala actitud y su mente retorcida.
En un momento donde el silencio se apodero del salón ella aprovechó y empezó a repicar sus uñas sobre la mesa como el palpite del corazón.
En ese momento tan llamativo me clava una mirada totalmente escalofriante, se levanta y viene hacia mi,
con un paso tan lento, un movimiento tan único al caminar que te dejaba hipnotizado.
Enfrente mio con los labios entreabiertos me agarra de la mandíbula y me obliga a pararme,
me susurra algo al oído y antes de que lo interpretará me da un golpe al estómago, irrealmente contundente me deja la vista blanca.
Mientras me estaba derrumbando ella toma distancia y se sienta a disfrutar el acto,
justo antes de caer logré llegar a ella, de rodillas con la frente en su halda pinte un poco de color rojo su calzado.
Ambos nos sentíamos aliviados mientras ella me acariciaba el cabello, ya había pasado, un encadenamiento imaginario que me ataba por el resto de mi vida sucedió.
Todos alrededor sorprendidos, sin saber que era lo que pasaba, el silencio era agobiante
-Los dos habían cumplido su objetivo y a la vez sueltan una mutua sonrisa de distintos colores, ella negra y el roja.
