¿Solo por eso?

Capítulo 3

Dos mensajes y una llamada después, Stiles y Derek se encontraban en un café para hablar. Ambos, sentados frente a frente, se miraban. Amor. Dolor.  

- Stiles, yo quería disculparme. Lo siento. Siento haberme obsesionado con mi trabajo.- confesó Derek intentando tocar la mano que el menor tenía sobre la mesa

- ¿Solo por eso? - pregunto el castaño retirando la mano.

- ¿Que?

- ¿Solo vas a disculparte por obsesionarse con tu trabajo?

- Creo que es lo que ha originado todo esto.

- Increíble. - dijo Stiles mientras se levantaba.- Llámame cuando te des cuenta.

Se alejó del café con su corazón en un puño. Los recuerdos de las noches solitarias, las velas consumidas, las comidas frías y las llamadas sin contestar lo golpearon. Llegó al Jeep, se encerró y se dejó, sólo por ese rato, consumir.

Horas después, con las maletas en la mano, busco un departamento nuevo. Pequeño. Para el sólo. 

Quería dejar la ciudad. Alejarse lo más que pudiera de Derek, pero no podía dejar todo así como así. Tenía responsabilidades y un trabajo que le hacía feliz.

Al día siguiente, su teléfono volvió a sonar. El tono de Derek inundó la habitación del nuevo monoambiente. Un mensaje.

Recuerdo la primera vez que te vi. Tenías el pelo revuelto por el viento. Te sentarse justo al lado mío. Pensé que eras el hombre más hermoso que alguna vez había visto. Hablamos. Tenía vergüenza, mucha. Pero hiciste un chiste sobre pingüinos. Reímos a carcajadas. Aún lo recuerdo como si fuera ayer. Siento mucho haberte dejado plantado muchas noches.

Sonrió. Era uno de sus recuerdos más felices. La risa sincera de Derek. Nunca creyó que podía tener algo con hasta que lo escucho reír. Ese sonido. Fue una de las cosas que lo enamoró.

No respondió ese mensaje. No lo creía necesario. 

Tal vez aún había algo que rescatar entre ellos.

El siguiente mensaje llegó en la noche, mientras cenaba.

Recuerdo cuando nos mudamos juntos. Nunca había visto tantos bártulos. Creí que íbamos a tener que comprarnos una casa más grande. Hiciste de esa casa un hogar.
Siento no haberte avisado que no iba a llegar a comer.

Derek ahora entendía. Entendía como había dejado de lado a su pareja en más de un sentido. Creyó que habían sido pocas veces y que todo era culpa de su trabajo absorbente, pero en realidad era todo culpa de él mismo.

Todos esos turnos extras. Creó una barrera tan grande entre ellos y no se dio cuenta cuando Stiles intentaba alcanzarlo.

Lo veía. Pero no quiso entenderlo.

Ahora sólo en la casa que antes compartían lo rodeaban los recuerdos.

Sabía que con sólo unos mensajes no bastaría. En su corazón lo sintió correcto. No había olvidado las cosas que lo habían hecho enamorarse. 

Planeaba demostrarselo. Primero con pequeños gestos y luego con grandes acciones.

No había manera que él no recuperará a su pareja.