Capítulo 2: "Alternativas"

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Incluso en el mundo de los monstruos, el tiempo pasaba como en la Tierra. Y como el resto, Yoongi fue creciendo con el correr de los años. Tuvo una vida feliz, mas había algo que lo atormentaba cada día: los deseos de sus padres, y sus propios deseos.

Desde que Yoongi había visitado el trabajo de su papá, el hombre no había dejado de repetir lo mucho que anhelaba que su hijo fuera un asustador, tal y como él lo era. Su madre, poco a poco, también se unió a la idea. Mientras tanto, el niño temía expresar lo que realmente pensaba, pues creía que ellos se decepcionarían mucho.

Porque Yoongi no había dejado de pensar en Park Jimin.

Haber robado el archivo del pequeño no sólo había causado problemas en el trabajo de su padre —quien había sido culpado por ello, ya que, si se perdía un archivo, no podría tenerse más acceso a la puerta del niño—, sino también en su propia vida, pues no dejaba de recordarle la carita de espanto del más chiquito.

No había día en que Yoongi no se preguntara el porqué de la generación de energía a través de los gritos; o el porqué de tratar de aquella forma a los humanos. Por eso, para hallar respuestas, dedicó todo el tiempo que pudo, a lo largo de los años, a conocer más de aquella especie.

Según había aprendido —gracias a los libros que había encontrado bien al fondo de la biblioteca de la ciudad—, los humanos eran seres similares a los monstruos. Lucían igual, tenían las mismas emociones, estudiaban, trabajaban, se enfermaban y morían. Lo único que los diferenciaba, era que ellos no eran capaces de transformarse, pues su forma era la única que tenían.

Yoongi, junto a todo esto, estudió también sus emociones. Fue entonces que llegó a una alternativa; una idea que podría reemplazar todo un sistema que había sido seguido por años.

Ya con veinte años, el muchacho había ingresado a la universidad. Estaba cursando la carrera de Asustador Profesional, lo cual enorgullecía a sus padres. No obstante, estos no sabían el secreto detrás de su elección: él quería hallar el reemplazo perfecto para los gritos.

Obviamente, si podía, también quería hallar a Park Jimin.

Cierta tarde, Yoongi estaba cursando la última materia del día: Generación de energía I. Fue en esa clase que había tenido aquella fabulosa idea, mientras el profesor explicaba cómo funcionaba el sistema que irían a operar todos los futuros asustadores.

Una vez finalizada la clase, cuando todos los alumnos se marcharon, Yoongi se paró de su asiento, tomó sus cosas y caminó hacia el profesor, quien estaba guardando sus pertenencias.



—Disculpe, profesor, ¿Podría hacerle una pregunta?

—Por supuesto.

—Bien... hoy nos explicó cómo la potencia de los gritos tiene relación con la cantidad de energía generada. En teoría, podría decirse que, cuanto más miedo siente un niño, mayor es la energía que se obtiene.

—Exactamente.

—El miedo es una de muchas emociones humanas —continuó el pelinegro, acercándose un paso más al profesor—. Sin embargo, hay muchas otras, ¿Verdad? La tristeza, la ira o la felicidad pueden ser manifestadas, al igual que el temor, en diferentes grados. Suponiendo que las reglas fueran otras, si un humano fuera visitado por un monstruo, y si este monstruo, por ejemplo, hiciera que esa persona riera a carcajadas, ¿No generaría energía de la misma forma?

—Yoongi, ¿Otra vez con locas preguntas? —bufó y se paró de su silla— Respóndeme: ¿Para qué estás estudiando?

—Para ser... un asustador, señor.

Make you smile [Yoonmin] ©Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ