Jefe Yerin Ortiz O4🍒

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Valesh aun sentia su corazón acelerado y su rostro caliente, el sonrojo no había bajado de su rostro desde ese encuentro con su jefe. Este había salido de la oficina, el menor lo había seguido, unos pasos atrás, viendo su amplia espalda.

Hace unos segundos había pasado por el momento más erótico de su vida. Aun podia sentir esas grandes manos pasearse por sus brazos, el rose de su nariz y casi sus labios, en su cuello, la agradable sensación de sus largos dedos enredarse en su cuello, la forma tan sexy que dijo su nombre.

Era solo recordarlo y sentir un espasmo en su vientre, un escalofrío recorrer su espalda, a pesar de haberse sentido muy avergonzado por ser descubierto sin duchar, se sintió feliz que su jefe disfrutara su aroma.

Ese pequeño detalle lo hizo sonreír, una sonrisa pequeña.

Su sonrisa de hizo más grande al aspirar fuerte su hombro, ahora olía a esa deliciosa aroma del alfa, Hugo Boss, definitivamente era Hugo Boss, el no sabia nada de moda, pero ese perfume era su favorito, su hermana se lo había regalado hace años, en uno de sus cumpleaños, ya que se había encantado con el aroma, una vez que pasaron por la perfumería, no lo usaba, pero le encantaba rocearlo en su cama cuando venia su celo. Ahora le gustaba mucho más al saber que su jefe lo usaba.

Esa mezcla de la colonia de Yerin, y ese casi imperceptible aroma a alfa, lo hacían sentir abrumado, feliz, pero preocupado. Acabó de conocer a ese hombre súper caliente, jamas había tenido novio, y ahora era arrastrado hacia su jefe como un jodido imán ¿Qué estaba pasándole? ¿Y qué pensaba Yerin Ortiz?, estaba claro que sentia la misma tensión sexual, era como si sus instintos más básicos se atrajeran, suponia que en alfa y omega era normal, aunque, no podía estar seguro, no había pasado por una experiencia similar desde su adolescencia.

Sus pensamientos fueron abruptamente interrumpidos, cuando chocó contra una puerta de vidrio, golpeándose la frente, causando que más de uno se rieran descaradamente. Incluso el mismo río por su torpeza. Giro su rostro hasta su jefe, quien le miraba divertido, con los ojos carmesí llenos algo así parecido a ternura.

-Ten más cuidado, Valesh~-Yerin agarro su cara con su mano, inspeccionando que no tuviera ni una sola herida, suspiro aliviado cuando no encontró nada, solo un golpecito en la frente del menor, eso era bueno, porque de haber encontrado aunque sea un rasguño en esa cara de ángel, habria mandado a quitar hasta la ultima jodida puerta de cristal de este jodido edificio, nadie podria dañar a ese lindo omega, ni siquiera una mugrosa puerta.

-Lo haré, gracias -le sonrió avengozado, siempre le pasaban ese tipo de cosas, desde que era de pequeño.

-Bien, mira, ya están casi todos- la sala de juntas no era más que una habitación increiblemente mediana, de paredes de vidrio, mesas y sillas elegantes, en ella se encontraban parte del equipo creativo-ahora, Valesh~, sientate y aprende-su jefe entro primero a la sala, sentándose en la silla más grande del lugar, el japonés tomo asiento a su derecha.

El pelinegro podía notar el cambio de voz del mayor, era un poco más dura, igual de encantadora, pero su voz era igual de encantadora, pero su voz era realmente imponente, no era "La Voz" de alfa que sabia que podían usar algunos de ellos, la voz de mando, era increiblemente raro de presenciar. ¿El jefe la tendría? Valesh no lo sabia, pero queria averiguarlo algún día.

Suponía que ese era el modo "Editor #1" de Yerin, y no se equivocaba.

-Bien, que tenemos hasta ahora-Yerin hablaba al aire, esperando a que alguien contestara, mientras saca su celular del bolsillo mirando antentamente la pantalla.-No tengo todo el día~-lo dijo con una voz Catarina, que no prometia nada bueno-La foto de los modelos que solicite?

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