Capitulo 5: Lejos

9.5K 509 4
                                    

Narra Diamond Storm:

Han pasado dos días desde que estoy en la reserva con la manada, Embry ha estado al pendiente de mi, siempre está cuidándome y preguntando si necesito algo. Pero sin invadir mi espacio. Creo que él entiende que debe darme algo de tiempo para sanar lo que está pasando. Se que debo hablar con él porque estoy segura que él no entiende que está pasando. O no completamente al menos. Seguramente él piensa que estoy exagerando con esto, muchos deben pensarlo, pero es porque no saben en realidad lo que Mael significa para mi. Y el cómo me hiere tremendamente que hiciera esto.
Unos golpes en la puerta me distraen y hacen que vuelva a la tierra. Me incorporo y respondo.

-Adelante!.


-Permiso.-Es Embry.-¿Quería saber cómo te sientes y si necesitas algo?



-Estoy mejor, más tranquila.


-Comprendo, ¿Necesitas algo?-Dude si decirlo o no.


-Si, a ti.-Una expresión de asombro apareció en su rostro, pero inmediatamente fue reemplazada por una sonrisa. Cerró la puerta y se acercó a mi.-Se que te debo una explicación.


-Tranquila. No me debes nada.



-Claro que si. Se que te estarás preguntando porque tanto drama por esto. Y con justa razón. De seguro piensas que estoy exagerando demasiado.



-Jamás pensaría eso Diamond. Tenlo por seguro.-Yo le sonreí.-¿Quieres hablar de eso?.-Yo asentí, creo que estaba lista y él merecía saber. Así podría entenderlo.

-Cuando respondí tu mensaje volví a casa, aún me quedaba algo de tiempo así que fui a la biblioteca, pero cuando estaba por entrar escuche a Carlisle y Mael hablando...Y lo escuché todo...-Solté aire.-Mi hermano iba a irse. Iba a dejarme aquí, sola. Sin siquiera despedirse de mi.


-Quizá era su forma de protegerte Dy.



-Lo se y puedo entenderlo. Pero lo que no puedo entender es que quisiera abandonarme.


-No creo que él haya querido eso preciosa.



-Pues me lo prometió, me prometió que jamás se iría. Y ese día el fallo.-Sentencié con dolor. Embry no lo dudo y se acercó a mi, envolviéndome con sus fuertes brazos. Lo agradecí internamente, me sentía protegida con el.



-No estás sola Diamond, no más. Ahora me tienes a mi, tienes a la manada. Ahora tu eres mi mundo y no dejare que algo malo Te suceda. Lo prometo.-Esas palabras, me costaba darles el valor que tienen, porque me parecen mentira últimamente. Pero quiero pensar que Embry no me mentiría como el resto. Así que haré lo posible por creer en el. Quiero hacerlo.



-Gracias Embry.



-De nada preciosa. ¿Que quieres hacer?



-Debo ir por mis cosas a casa de los Cullen.


-¿Entonces te quedarás con nosotros?-Asentí, no tenía ganas ni fuerza para volver a casa de los Cullen sin Mael allí. Una sonrisa enorme se instaló en Embry.-Genial, te quedarás conmigo.-Mis mejillas se tornaron rojas.-¿Que?



-No... Nada, ¿Estás seguro que no causó problemas al quedarme contigo?. Porque puedo buscar otro lugar para quedarme si soy un problema.


-Claro que no nena, mi madre te amara.-Hay, no puedo creer que viviré con Embry y su madre. Que vergüenza.



-Esta bien, si tú lo dices.



-Ademas, ni dejaría que te quedarás en otra parte. No podría estar tranquilo sabiendo que estás lejos de mi cuando puedes quedarte conmigo.-Me sonroje, porque tiene que ser tan lindo. Me acerqué a él y bese su mejilla.-¿Y eso?, es decir, no me quejo, pero fue repentino.




-No fue nada, solo quise hacerlo.-Le Sonreí.-¿Vamos?, no quiero estar en el bosque tan tarde.-Embry asiente y nos levantamos de su cama. Mi lobo se transforma una vez llegamos hasta el límite del tratado y me hace una señal para subirme a su lomo. Con una sonrisa lo hago y él corre hasta llegar a casa de los Cullen, bajo de su espalda y él corre detrás de los árboles. En menos de 5 minutos está devuelta a mi lado. Mi corazón se acelera al ver el hogar de los Cullen. Me recuerda a Mael. Embry al notar esto se posiciona delante de mi.



-¿Estás bien hermosa?.-Pregunta el preocupado. Yo niego.



-Creo que no debí haber venido, no estoy lista.-Mi lobo acaricia mi cara.



-Hey hey, tranquila. Esta bien. Solo respira, y cálmate, tu puedes hacerlo. Yo estaré contigo.



-¿Lo prometes?-El me entrega una bella sonrisa.


-Con mi vida.-Le sonrió de vuelta y tomó su mano. Lista para entrar. Y así lo hago. Al hacerlo pareciera no haber nadie en casa, ya que todo está silencioso. Deben haber ido de caza, generalmente salen a esta hora. Bueno, un peso menos, no sé cómo me comportaría si los viera. Al mirar a Embry este arruga la nariz. Yo lo miro extrañada.-Lo siento, es el aroma. Huele a podrido.-Yo solo me rio, pues, es algo chistoso, ya que para nosotros ellos huelen a perro mojado. O eso me han dicho, yo no huelo nada. Solo el aroma de Embry. El cual me encanta.-¿Vamos por tus cosas.-Doy un suspiro y asiento. Caminamos escaleras arriba hasta mi habitación, recuerdos vienen, se que he estado muy poco tiempo aquí, pero aún así es difícil. Harta de ver el lugar camino hasta el closet y tomo algo de ropa. No me la llevaré toda, pues no puedo, es demasiada. Solo llevaré lo que considere necesario. Saco una maleta lo bastante amplia para cargar con todo y comienzo a meter la ropa. Tras unos minutos ya está todo listo. Pues creo que es lo único que puedo llevar que considero necesario. Una vez lista miro a mi lobo.


-Es todo, ya podemos irnos.-El asiente y me ayuda con mi maleta, yo tomo el oso de peluche que me regaló Edward y bajamos. Mi cuerpo se tensa completamente al encontrar a Carlisle al final de esta mirándonos seriamente.

-Diamond, ¿Podemos hablar un momento?

No me abandones |Embry Call|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora