Capítulo 21

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¿M?

Leah

Camine con cierta desconfianza y me paré en una de las esquinas del lugar, pero...

-A mi lado.

Asenti acercandome a el.

-¿En qué estábamos?

Le pregunto al hombre, el rostro de el si se lograba ver. Llevaba una barba de esas que ya solían llevar esos tipos fresones, un traje que a lo mucho se veía que costaba lo de un riñón mío, y en sus manos unos cuantos anillos, entre ellos igual al de Mark.

-Tenemos que ser cuidadosos , con la LEY no se juega.

¿Ley?

Mark río.

-Se mucho más que toda esa bola de inútiles que trabajan ahí. No necesito tener cuidado de nada, lo único que haremos aquí es sacar a lo que nos pertenece y matar al que lo traicionó, sabes que nadie se mete con nosotros.

-Pero...

-¿Maddox eres estúpido? ¿Quieres que papá se moleste? ¿Quieres que el mayor se entere?

-¡Es que eso es lo de menos! Si papá  se entera en el lío que estamos va a mandar a....-Paro en seco al ver que yo estaba atenta a su discusión. Sin pensar desvie mi mirada a la ventana que dejaba ver para abajo. Ambos nuevamente empezaron a discutir sabe que, seguí observando a la multitud para ver si tenía algún rastro de Ben pero era imposible.

Al devolver la vista al frente un mareo horrible me había dado, me equilibre como pude tomándome del "Trono" de Mark.

Capture la mirada de ambos, suponía, pero siguieron discutiendo. Al terminar Maddox se fue colocándose un antifaz plateado.

Un silencio entre yo y el otro sujeto se hizo presente.

-¿Estas Bien?

-Claro...

Me extendió la Copa vacía, camine a la barra de nuevo, podía sentir su espesa mirada siguiendo cada parte de mis movimientos. Me acerqué y le entregue la Copa lo observe detalladamente y al igual que Maddox llevaba un traje, en la parte baja del cuello le alumbraba un poco de luz, pero su rostro se mantenía aún oscuro, sólo podía ver sus pupilas brillantes y dilatadas.

Estaba drogado.

Otro mareo se hizo presente, pero esta vez fue un poco más fuerte. Al rozar con su mano una horrible sensación de miedo me invadio. No sabía lo que sentía ahora mismo. El sujeto al ponerse de pie me ganaba de altura, obvio.

Intente nuevamente ver su rostro pero mi vista se estaba haciendo mucho más borrosa.

-¿Eres nueva, cierto?

Segunda vez en el día que lo preguntan.

Asenti.

-Sigueme.

Cierto pánico, nuevamente me regreso. A oscuras seguí su silueta por un pasillo a la derecha, mis nervios estaban a punta.

S I C K ©Where stories live. Discover now