No podías parar de ver a Jungkook mientras por tu mente pasaba todo lo que querías hacerle llegando a casa. Jugó muy sucio al vestirse de tal manera. Su cabello largo, la piel de su pecho que podía verse gracias a aquella camisa negra, esos pantalones que marcaban sus trabajados muslos y la fragancia tan elegante y varonil si que hicieron efecto.
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El reloj marcaba la 1:34 de la madrugada cuando llegaron al departamento después de cenar. Entraron y lo primero que hiciste fue acorralar a tu novio contra la puerta.
- Juegas sucio Jungkook.
Él sonrió al percatarse de que su plan fue un éxito.
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- ¿Por qué no jugamos sucio los dos?.
Te besó y giró haciendo que ahora tú estuvieras acorralada entre él y la pared. Ambos se besaban de manera agresiva ya que se deseaban tanto.
Sujetaste su cadera con tus piernas mientras aún se besaban haciendo que tu vestido se te subiera hasta la cintura y sintieras mejor su miembro en tu feminidad gracias a la fina tela de tus bragas. Su miembro se sentía más duro cada vez que te hacía excitarte más.
- Estás duro Jeon.- hablaste con la respiración agitada.
- Eso me provocaste Ji.
Sonreiste para después dirigirse al dormitorio y ahí bajaste de su cadera. Lo empujaste a la cama para subirte encima. Lo besabas mientras retirabas cada botón que impedía ver el pecho de Jungkook. Él estaba disfrutando de tus glúteos. Sus grandes manos sentían cada parte de estos.
Cuando terminaste con su camisa, el subió tu vestido hasta retirarlo por tu cabeza. Miró tus senos aún ocultos por el sujetador y lo retiró rápidamente arrojandolo con fuerza. Una vez más los papeles cambiaron y arriba de ti comenzó a besar tu cuello hasta llegar a tus pechos aunque tú no te quedabas atrás, tus manos apretaban la espalda de él y tus piernas volvieron a su cadera para sentir lo que ya querías tener dentro.
- Pídelo Ji. Pídelo y te lo doy.
Soltaste un gemido en su oído ya que su voz apoderada por la excitación de él, te llenaba.
- Hazlo, hazlo ya.
Él sonrió al ver tu cara llena de placer.
Se deshizo de tu fina braga, flexiono tus piernas y las abrió mientras admiraba cada rincón.
- Estás tan mojada.
- Jungkook...
Comenzó a retirarse el cinturón y a quitar el botón de su pantalón cuando lo acostaste en la cama para bajar la cremallera y los pantalones más rápido que él.
Al lograrlo miraste el gran bulto que formaban sus bóxers. Mordiste tu labio tratando de recordar un poco más tal escena antes de ver su pene sin obstáculo más.
- ¿Lo harás o lo seguirás apreciando?.
Reíste pero tenía razón, querías hacerlo así que retiraste su bóxer dejando totalmente expuesto su erecto miembro.
Mordiste tu labio por verlo tan erecto y grande.
- ¿Lo harás o tengo que metermelo yo?
Él sonrió con una gran sonrisa. De verdad amaba tu hablar. Te subió a lo más alto de la cama donde tu cabeza pudiera tener una almohada y ahí volvió a abrirte de piernas.
- Gime lo más alto que puedas y prometo partirte en dos.
Asentiste para que comenzará ya y eso hizo. Entró en ti y soltaste un gran gemido por sentir su gran miembro dentro.
Sus embestidas no fueron lentas, él sabía lo que quería y eso estaba haciendo.
La cama se movía junto a Jungkook, eso demostraba el nivel que Jungkook ya había alcanzado. No querías que hiciera todo el así que buscaste la manera de cambiar de posición para montarlo sin que saliera de ti.
Comenzaste a brincar mientras tus pechos lo hacian igual.
Jungkook gemía ronco.
-No dejes de cantar Jungkook.
Seguiste bincando encima pero recibiste ayuda de su parte. Tomó tu cadera para que fueras más rápida.
Aquella embestidas eran tan fuertes que se escuchaban por el cuarto.
- Jungkook...
- Espero un poco.
Tu cuerpo estaba listo. Tanto placer que sentía tu vientre era alucinante.
Tus paredes comenzaron a contraerse apretando el pene de Jungkook.
- Maldición Ji....
Apretó un pecho tuyo mientras luchaba por seguir un poco más como tú. Duraron unas embestidas más hasta que ambos llegaron al bendito orgasmo que los hizo gemir alto.
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- No te salgas Jungkook. Quédate así.
Él obedeció y te abrazó. Envueltos en una capa de sudor y respiración agitada.
- Eres lo mejor Ji.
No respondiste, solo tocaste su cabello mojado y en su pecho, recostaste tu cabeza.
