Capítulo 17

184 25 3
                                    

POV Elena

Entré en mi casa después de despedir a mis padres. Se iban de fin de semana romántico, estaban preocupados por mi aspecto demacrado pero les dije que sólo era la escuela, que disfrutaran. ¿Quién era yo para arruinarles su fin de semana románico sólo porque a mí me rompieron el corazón?

La casa estaba toda oscura y aún podía oler las verduras asadas que mis papás me habían preparado. Dejé las llaves en la mesita y quité mi abrigo, caminé y pegué un brinco del susto al ver una silueta en mi sala.

—¡Mierda!—grité y estaba a punto de correr a la cocina por un cuchillo jamonero, pero escuché la voz de mi delincuente y me detuve, así como mi respiración.

—Calma, Elena, soy yo, Damon—dijo rápido al verme asustada y prendió la lamparita. Tenía las manos en alto, como si temiera espantarme.

—¡¿Cómo diablos entraste a mi casa?!—dije enojada, maldito ninja.

—Tengo mis técnicas…—alcé una ceja viéndolo—Bonnie me dejó la llave—admitió frunciendo sus labios.

—Pues yo tengo las mías, te voy a sacar a patadas. ¡Largo!—lo miré molesta.

—No, Elena…Tengo que hablar contigo, por favor. Tengo que solucionar esto y te necesito…

—Damon, quedamos en que esto había acabado…—suspiré cansada y dolida.

—No quiero casarme sin amor, no quiero casarme sólo por un estúpido trato, no puedo…—se acercó lentamente a mí, sentía que el corazón se me saldría del pecho—No puedo sacarte de aquí—él tomó mi mano y la colocó en su pecho, justo donde estaba su corazón. Apreté mis labios y negué leve, tratando de encontrar fuerzas para seguir resistiendo. Si cedía, ¿qué diría eso de mí?

—No sigamos haciendo esto más difícil...Te vas a casar y rompe mi corazón eso, pero…Deja de venir a verme porque tengo que olvidarte, Salvatore—lo miré sintiendo mis ojos llorosos—Tengo que sacarte de mí, tengo que superarlo…Para poder leer un periódico y no ponerme a llorar cada vez que veo algo de tu boda. Y tú también debes olvidarme para no ser tan miserable con tu mujer—tragué saliva mirando sus hermosos ojos azules, ambos con miradas tristes pero sobre todo con amor.

—No—me miró serio sin apartar mi mano de su pecho—No puedo ni quiero renunciar a ti, a un futuro contigo. Arreglaré esto porque quiero estar contigo—me miró de una manera hermosa que congeló el momento. Se acercó lentamente a mí y pude sentir el calor de sus manos contra mis mejillas. Y entonces, sin darme tiempo a tomar aire o reaccionar, me besó.

 Y entonces, sin darme tiempo a tomar aire o reaccionar, me besó

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Contrato con satanás. Where stories live. Discover now