La Entrevista [JinxAll]

02. Jeon Jungkook

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La entrevistadora retomó la atención de los chicos, posando su mirada en el maknae del grupo.

- Jungkook... - habló la mujer, sonriéndole. El menor abrió los ojos, expectante – He oído que te gustan mucho los videos juegos.

- Así es – afirmó, asintiendo con la cabeza, en un gesto infantil.

- Si pudieras crear tu propio juego de video, ¿cómo sería tu personaje principal? – lanzó la pregunta, viendo al chico voltear la mirada, realmente pensando en ello.

Jungkook analizó la interrogante, dándole vueltas y notando que, si él tuviera las habilidades para crear el protagonista, debía ser único.

Su mirada se desvió ligeramente hacia el lado, donde su hyung estaba tan elegantemente sentado, sin siquiera esforzarse en ello. Hermoso, como esa vez.

Aunque la luz del cuarto era baja, Jeon podía detallar a la perfección cada curva y pigmento en su acompañante. Su rostro lucía impecable, con un tono suave y las mejillas sonrojadas por la reciente actividad. Sus labios resplandecían con un brillo propio de ellos, tan rellenos como un par de almohadones rosados. El cabello oscuro caía en mechones húmedos, debido al sudor de su frente. Aún así, Kim Seokjin lucía tan hermoso, que parecía irradiar luz.

Jungkook se desperezó en la cama, sentándose para espantar el sueño. Con el movimiento, Jin despertó.

- Lo siento, hyung – se disculpó el chico – No quería despertarte.

- No te preocupes – le restó importancia con un perezoso gesto de su mano – De todos modos, tengo que irme pronto.

Al oír aquello, Jungkook torció el gesto, desanimado. Deseaba con tantas ganas que su hyung pasara una noche completa con él, pero era consciente que no debían exponerse a ser descubiertos. Con cariño, se acercó al hombre, besando su hombro, viéndole sonreír de reojo.

Se puso de pie, completamente desnudo, rebuscando en su maleta, que yacía tirada en el suelo, para encontrar su cámara. Con ella en sus manos, regresó a sentarse al borde de la cama.

Jin mantenía los ojos cerrados, vencido por el cansancio, por lo que se sobresaltó al oír el obturador, acompañado del flash.

- ¿Por qué siempre haces eso? – preguntó el mayor, con una sonrisa ladina, posando natural para cada foto que tomaba el maknae.

A Jin no le molestaba ser inmortalizado por su dongsaeng, sólo sentía curiosidad por saber qué hacía con todas aquellas fotografías que llevaba hasta el momento, y que no era pocas.

Jungkook tomó otro par de fotos, encargándose de que el cuerpo semicubierto de su hyung, entrara por completo en el cuadro de la cámara.

- Es que... eres tan hermoso, hyung – soltó, en medio de un suspiro cargado de sentimientos – Y quiero guardarte así, en mi memoria.

- No me iré a ninguna parte, ¿sabes? – intentó bromear, saliendo de la nebulosa del sueño lentamente.

El chico continuó tomando captura tras captura, satisfecho de que el mayor estuviera a su entera disposición. Cuando consideró que había completado su sesión fotográfica, dejó la cámara sobre la mesita de noche.

- ¿Por qué me miras así? – Seokjin notó un dejo de tristeza cruzar sus ojos brillantes.

- Nada... sólo... - se rascó la nuca, apenado – Estoy feliz.