Capítulo 23: Tócame

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-Claro que si! Hagamos esa fiesta. -dijo Halsey dando un mordisco a su desayuno.

-Mañana, sábado 15 de noviembre fiesta en casa de Tay! -gritó Ashley en la cefeteria. Todo el mundo se volteó a mirarla y gritaron cosas que no pude escuchar, pero vendría mucha gente.

-Ya que estamos, podemos hacer la fiesta de cumpleaños de Alex y la recuperación de Billie. -dijo Anton. -Total, tu cumpleaños es el lunes, ¿qué os parece?

-Si! -gritó Billie eufórica. -Hagamoslo.

-Me parece guay. -aporté.

-Billie y tu sois las más peques del grupo. -rió Tay. -¿Qué dia cumples los 18 tu? -le preguntó a Billie.

-El 18 de diciembre, mi madre me tubo muuuy tarde para mi gusto. -rió. Qué hermosa risa, pensé mientras me quedaba viéndola.

En teoria me tenia que quedar a comer en casa de Billie, pero por alguna razón no me dejó hacerlo.

-Te prometo que no me pasa nada amor, confia en mi. -me dijo bajando de mi moto frente a su casa y entregándome su casco.

-Es muy raro que no quieras que venga... tengo ganas de estar contigooo. -hice un puchero.

Se acercó a mi y quitó mi casco, lo dejó en el suelo y acunó mis mejillas con sus suaves manos, mirándome a los ojos.

-Yo también quiero estar contigo, me muero por estar contigo las 24 horas del día pero debes dejarme hacer una cosa, ¿podrás? -estaba muy cerca y el calor de sus manos en mi cara me convencieron.

-Vale... pero tienes que darme un beso que me dure por horas. -le dije sonriendo y posando mis manos en su cintura.

-Tu te lo has buscado. -me dijo enredando sus manos en mi pelo y atrayéndome a ella bruscamente. Me besó con hambre, llenando todos los huecos de mi boca. Nuestras lenguas batallaban con fuerza y delicadeza a la vez, y cuando se apretó más contra mi sentí una presión molestosa en mi bajo vientre. ¿Podía hacer tanto calor en pleno noviembre?
Su cuerpo estaba pegado al mio y la necesitaba tanto que dolía. Apoyé mi frente contra la suya y suspiré profundamente.

-No sabes las ganas que tengo de tocarte. -le dije aún acariciando su cintura.

Dejó un beso muy húmedo en mi cuello haciéndome estremecer.

-Y tu no sabes las ganas que tengo de que lo hagas. Lo bueno se hace esperar. -me dió un rápido beso y caminó hacia su casa, se giró antes de entrar. -Puedes venir a dormir esta noche. -guiñó un ojo y entró, dejándome sin aliento apoyada sobre mi moto, por poco me caigo para atrás.
Esta chica me va a matar algún día...

Comí tranquilamente con mi madre, explicándole mi mini enfado por que no entendía por qué Billie no quiso que fuera a su casa y que me chantajeó con un beso, mi madre se rió de mi y luego se fué al trabajo.
Genial, sola en casa, me aburria demasiado.

Me dí una rápida ducha y llamé a Halsey.

-Dime mi amor. -contestó la llamada.

-Oye, me aburro mucho. ¿Quieres ir a tomar un café o algo? Te paso a buscar. -le propuse.

-Claro! En 15 mintos estaré lista.- colgó.

A los 15 minutos ya estaba frente la casa de Halsey, la verdad es que hacia mucho que no entraba allí y que no saludaba a sus padres.
Mi amiga salió tan radiante como siempre, con sus pantalones de cuero ceñidos y su chupa negra, el cigarrillo en la mano y su pelo corto rubio.

-Te pareces a una cantante que conozco. -le dije dándole el casco.

-Me lo dices siempre, pero yo soy más guapa. -me guiñó un ojo, reí y emprendimos el camino hacia la cafeteria de siempre.

Pasamos dos horas contando historias y riendo, la verdad es que hacia tiempo que no pasaba una tarde con mi amiga a solas, y fué genial. Me contó que le gusta una chica y que mañana vendria a la fiesta pero que no se lo dijera a nadie, pero le hice prometer que me diria quién era esa misteriosa chica. Llegué a casa y me quedé en el marco de la puerta del salón contemplando la escena.

Mi madre y Billie estaban mirando una película, de esas dramáticas y románticas por lo que vi, porque estaban las dos llorando a mares mientras se abrazaban.

-Pero bueno. -dije y se asustaron, mirandome las dos y limpiando sus lágrimas. -¿Qué os pasa? Parece que vengais de un entierro. -me burlé de ellas.

-Insensible. -dijo Billie haciendo pucheros.

-Nunca más me recomiendes una película Billie. -dijo mi madre.

Me acerqué riendo por lo bajo, le di un beso en la frente a mi madre y un tierno beso en los lavios a Billie.

-¿Qué peli era? -pregunté a mi chica.

-Si decido quedarme, una muy triste y que te recomendaria no ver. -dijo apoyando su cabeza en mi hombro.

-Veo que sois muy amigas, me gusta. -dije sonriendo mirando a mi madre que nos miraba con ternura. -¿Todo bien el el trabajo?

-Genial, en una hora tengo que volver, tengo turno de noche... bueno, hasta las dos de la madrugada. -se levantó del sofá. -¿Os preparo algo para cenar?

-Pediremos unas pizzas, gracias mamá. -le dije.

Nos pasamos el resto de la tarde y parte de la noche mirando películas mientras nos abrazábamos en el sofá. Casi no habiamos comido pizza, ninguna tenia hambre.

-Por cierto... -dijo Billie rodando en el sofá y posicionándose a horcajadas sobre mi. -¿No tienes más hambre? -rodeó sus brazos en mi cuello. Intenté no sonreir.

-Mmm... no, estoy demasiado llena. -dije siguiéndole la broma.

-Oh... que pena. -se quitó la camiseta léntamente, dejándome con la boca abierta. Casi se me cae la baba.

-Bueno... quizás tengo hueco para el postre. -quité mi camiseta también y me incliné hacia delante, chocando contra su cuerpo y abrazándola con fuerza.

Me agarró fuerte la cara y me besó ferozmente, explorando a su gusto. Mordió mi lavio, no pude evitar soltar un pequeño gemido.

-He extrañado tu piel... -dije acariciando su suave espalda de arriba abajo.

Bajó sus besos por mi mandíbula, empujándome contra el sofá y apretándose más a mi, besó mi cuello lentamente, mordió y lamió la zona. Clavó sus uñas en mi cadera, arrancándome un gemido.

-Joder Alex, te necesito. -dijo contra mi cuello.

Me levanté de un salto del sofá, con ella sobre mi, rodeando con sus piernas mi cadera y aferrándose a mi cuello. Subí como pude las escaleras hacia mi habitación, entre besos y mordidas.
La dejé sobre la cama y me coloqué sobre ella.

-Tócame. -me dijo con la voz ronca.

When you opened your eyes | Billie EilishDonde viven las historias. Descúbrelo ahora