XXVII

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Los meses con Natalia habían pasado a una velocidad increíble. Con ella había disfrutado y reído como hacía tiempo que no lo hacía. Ahora mismo estaba esperándola frente al edificio en el que estaba haciendo su último examen de selectividad. Había conseguido las mejores notas de su curso, y tras este examen podría disfrutar de todo el verano, y yo con ella. Estaba sumida en mis pensamientos, cuando vi a un gran número de personas salir del edificio rodeando a una sola persona. Pronto vi que mi morena iba justo en el centro de aquel grupo de personas, haciéndose un montón de fotos con dada persona que se ponía a su lado. Salí de mi coche para poder hacer que la morena me viera. Vi que la gente estaba comenzando a agobiarla, por lo que salí rápido del coche y le silbé lo más fuerte que pude. La gente se giró hacia dónde yo estaba. La morena fijó sus ojos en los míos, y al instante sonrió. Se hizo paso como pudo entre la gran masa de personas hsta donde yo estaba.

-Estoy orgullosa de ti- le dije. Ella sonrió. Puse mis manos al rededor de su cuello, y ella me cogió de la cadera.-Mira, estos nos están observando, así que, ahora que tenemos dos segundos, les decimos que tenemos que irnos, que es verdad, porque he reservado en tu restaurante favorito, y allí te espera una sorpresa, y nos vamos, ¿vale?
-Vale-sonrió. Esa sonrisa que conseguía derretirme. Estiré de su cuello y la besé. Justo después, los gritos aumentaron, pero tal como habíamos dicho, nos excusamos y nos fuimos al restaurante. Allí nos esperaban los de mi discográfica.

-Hola Manu, ¿qué tal?
-Alba, genial, con ganas de empezar
-En ese caso os presento, Manu, ella es Natalia, Nat, el es Manu, lleva la discográfica en la que trabajo. Una de tus cover, ha llegado a sus oídos y tiene algo bastante importante que decirte.
-Buenos Natali, vi una cover tuya, y tu voz me encanta. Es increíble y tienes mucho talento. Estoy aquí para proponerte lo siguiente. Pásate el lunes por el estudio y vemos si te gusta aquello. Si es así y me enseñas algo que me guste, me gustaría trabajar contigo
-Muchas gracias, pero no sé qué quiere que le enseñe, no tengo gran cosa...
-Lo primero, tutéame por favor, y lo segundo, vamos, no seas modesta, Alba me ha dicho que tienes varias cosas por ahí tuyas que son muy buenas, tráete algo y lo vemos
-Si, claro, nos vemos allí con algo, perfecto
-Perfecto, pues hasta entonces chicas-se levantó y se fue del restaurante. Natalia me miraba con una sonrisa enorme en la cara.
-Que sepas que no le he dicho absolutamente nada de ti, vino ayer al sitio en el que grabó para decírmelo
-Te quiero tantísimo-me dijo, y después me besó y me abrazó

VidaWhere stories live. Discover now