Día 67

788 63 5
                                    

Desde primer año, apenas es la cuarta vez que Katty, Fred y yo vamos a la cafetería a comer como gente decente. Es lunes y la comida apesta porque es "lunes de comida en bolsa": un sándwich en bolsa de plástico, jugo de durazno y una cosa muy rara que dice ser mermelada, pero el contenido en bolsa verde deja mucho qué desear. Ocupamos una mesa solo para nosotros.

-¿Cómo va tu vida de chica con novio?- pregunta Fred mientras le da una mordida al sándwich.

- Nada fuera de lo común- contesta Katty-, pero es raro saber que estoy en una relación con quién fue mi amor platónico.

- Demasiado...-murmuró- ¿Y la chica rubia, Fred?- me atrevo a preguntar-, la que invitaste a la feria.

Se rasca la nuca, deja el sándwich y se prepara para contarnos.

- Pues esa chica se llama April, y me gusta- Katty lo mira sorprendida- Casi nos besamos ese día, pero algo hizo que nos detuviéramos, fue extraño... pero quedamos en vernos otro día.

Después de eso, Katty le da consejos a Fred de cómo debe conquistar a April. Volteo la mirada y... Barbara con vestido corto, zapatillas gigantes y kilos de maquillaje va entrando a la cafetería. Por su mirada, puedo apostar que está buscando a alguien y presiento que soy yo. Su mirada se posa en mí, sonríe sarcásticamente y viene hacia mí como si estuviera modelando; sus zapatillas chocan con el piso y por cada paso que da me pongo más nerviosa. Le doy un codazo a Fred, quien levanta la vista y dice:

- Ay no... otra vez no.

Katty, al darse cuenta de lo que sucede, deja el sobre de mermelada sobre la mesa y creo que comienza a prepararse mentalmente para patearle el trasero a Barbara. Ésta se queda de pie en un costado de la mesa, y se cruza de brazos.

- Vaya,vaya...- sonríe tan ampliamente, que literalmente puedo ver sus muelas del juicio-... Stassie Jones, al parecer no te bastó con lo de la vez pasada, ¿cierto?

No respondo, sólo la miro, esperando a que siga hablando, porque no pienso golpearla ni seguirle el maldito juego. Katty tiene la mandíbula apretada, conteniendo todos los insultos posibles dentro de ella. Me rasco la nariz por nervios, pero le sostengo la mirada.

- ¿Acaso te comió la lengua el ratón, Jones?- pregunta mientras se revisa las uñas.

- ¿Acaso piensas quedarte sentada y esperar que te haga la vida imposible porque ella no logró lo que tú sí?- susurra Katty.

- Pero me va a golpear.

- Pues al menos intentarías defenderte y no te quedarás sentada como niña indefensa.

- Vamos, Stassie, no puede pasar nada malo.

Respiro profundamente antes de ponerme de pie frente a ella, me doy cuenta de lo alta que parece con sus tacones.

Fred y Katty me piden en voz baja que me siente y la ignore, pero si lo hago, jamás dejará de joderme la vida hasta que Hayes esté con ella o lejos de mi. La miro con firmeza, por lo cual se sorprende. Si pude golpear su nariz sin ver, creo que puedo hacerlo de nuevo pero con los ojos abiertos.

- Te diré una cosa, Jones- me apunta con su esquelético dedo-: saldrás con un ojo morado si sigues cerca de él. Y es la primera y última vez que lo diré.

La cafetería se queda en silencio, todos listos para escuchar mi respuesta o verme salir corriendo. Esto último no sucederá.

- Querida, la última vez que intentaste eso, casi sales con la nariz fracturada- le digo-. Si volviera a pasar, quedarías peor de lo que ya estás.

- ¡Esa es mi niña!- grita Katty.

La cafetería comienza a murmurar cosas y a escucharse el típico "uuuuh", que me está poniendo nerviosa, sumándole la asesina mirada de la chica rabiosa frente a mi.

- Estupida, te golpearía en estos momentos pero...

- ¿Pero qué?- escucho a Katty, quien ya está a mi lado- ¿Te arruinarás el esmalte de uñas o no quieres salir lastimada?

Barbara saca humo por las orejas al escuchar las risas de los demás; su rostro está rojo, no sé si de pena o de rabia.

- A la salida nos vemos, no podrás huir, pequeña perra- se retira- ¡De esta no te escapas!

Una vez que se pierde de vista, siento frío por todo el cuerpo y miro un poco espantada a Katty.

- Voy a terminar con el ojo morado.

- Tranquila, nunca en la vida Barbara se ha peleado, siempre manda a sus amigas- me tranquiliza- Lo malo es que ellas sí saben pelear.

- ¡Gracias por tu apoyo!- le digo con sarcasmo.

Salimos de la cafetería, donde sin duda somos el tema de conversación. Siento sudor en las manos y las piernas un poco temblorosas.

- ¿Qué clase te toca?- me pregunta Fred.

- Economía- respondo.

- Ah, claro, nos toca juntos- responde Fred- ¿Y tú?

- Geografía - responde Katty mientras patea una botella de agua vacía- Es la clase más aburrida de todas.

Katty nos dice adiós con la mano; Fred y yo vamos a nuestro salón.

Nos sentamos juntos en una de las últimas mesas junto a la ventana.

- Soy chica muerta- murmuro.

- Apuesto mi mesada a qué no te harán nada.

- ¿Por qué crees que no me harán nada?

- Fácil- se encoge de hombros-: los chismes se esparcen por toda la escuela y apuesto a que Grier ya tuvo que haberse enterado. Para ese entonces, estará contigo para defenderte.

100 días para enamorarlo ||Hayes GrierNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ