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Llego a la estación de policía.

—Hola— le sonrió a la mujer frente a mi—Vengo a pagar una fianza.

—Buenas noches ¿de quién?— pregunta.

—De Jax Manson— le digo a la mujer—¿Cuánto es?.

Ella me dice la cantidad y rápidamente le pago.

—Ahora puede tomar asiento, lo liberarán — me informa, le doy un "gracias" y tomo asiento.

Luego de esperar por media hora finalmente veo que sale por la misma puerta que la otra vez.

Se acerca a mi con sus manos en los bolsillos.

—Pensé que no vendrías— me mira, me pongo de pie.

—Pues lo hice— comienzo a caminar y el me sigue—No debiste golpearlo Jax, la mujer me dijo que si pasa otra vez esto irías a prisión, no a una de estas si no que a una de verdad

Llegamos afuera.

—Y eso a ti que te importa— me habla, frunzo el ceño.

—Mira, me importa aunque no quiera—lo miro—O si no hubiera venido por ti corriendo. Adiós

Él me toma del brazo.

—¿Quieres comer algo?—pregunta —Se que está tarde y debes tener hambre. Después de esta noche me alejaré de ti para siempre, lo prometo.

—Vamos—solo digo.

Él pone su chaqueta en mis hombros.

Esperamos unos minutos un taxi hasta que llega, Jax le da la dirección del lugar. Luego de minutos llegamos.

Al bajarnos veo una cafetería muy linda, que dice que está abierta las veinticuatro horas del día.

Entramos y tomamos asiento en unos grandes sillones.

—Rachel, querida— le habla Jax a una mujer mayor, ella se voltea y le da una gran sonrisa.

—Jax, cariño, hola—ella saca de su bolsillo una libreta—Veo que trajiste una amiga ¿como te llamas linda?.

—Me llamó Lacey —le sonrió a ella—Es un gusto.

—A mi bebé Cassie le dije que era la mujer más linda del mundo, pero la verdad cariño es que tú eres hermosa— me dice la mujer, Jax me sonríe— No le digan que dije esto ¿que van a querer mis amores?.

—Yo quiero lo de siempre— le dice Jax con una sonrisa, nunca lo había visto sonreír así—¿Y tú Lacey?.

—Lo mismo — sonrió a la mujer.

—Enseguida vuelvo—dice para enseguida irse.

—¿Quien es ella?— preguntó mirándolo.

—Rachel, es lo más cercano que e tenido a una mamá en mi vida, me a dado mucho amor—me cuenta—Mi verdadera mamá y la de Cassie murieron cuando teníamos seis años. Mi mamá y la de Cassie fueron la que empezaron este movimiento, solas, y fueron trayendo gentes después, además hacían negocios con gente externa y uno de esos salió mal entonces las mataron, yo ya a esa edad había entrado a esa vida, al igual que Cassie. Veníamos todas las mañanas a esta cafetería y nos atendía Rachel, a veces nos regalaba comida y así fue cómo creamos un lazo los tres, nosotros la consideramos nuestras madre y ella sus hijos, haría todo por ella. Eres la primera persona que le visita a parte de Cassie y yo, nunca contamos la existencia de ella, es lo más preciado que tenemos.

—Me siento afortunada— lo miro a los ojos con una sonrisa—Se nota que es una gran mujer.

—Ya no sabe a lo que nos dedicamos, ella cree que tenemos muy buenos empleos— sigue contándome—Le ayudamos a pagar sus cuentas y a comprarse lo que quiera.

—Eso es muy lindo Jax—digo, justo aparece ella.

—Aquí está—deja dos grandes hamburguesas con papas en la mesa.

—Por que no tomas asiento— Jax le señala la parte libre—Debes estar exhausta.

—Estoy bien mi cielo, ademas estoy trabajando—ella toca su mano—Espero que lo disfruten y si necesitan algo me llaman.

—¿Como es que Damon no a vuelto a molestarnos?— pregunto antes de llevarme una papa a la boca.

—Tuvimos una charla que no termino muy bien y luego de unos días dijo que tenía cosas más importantes que perder el tiempo en buscarlas— dice con la boca media llena, no puedo evitar reír.

—¿De que te ríes?— pregunta mientras traga la comida.

—Que si no comieras una hamburguesa así creería que me harías algo malo— digo—¿Rachel no te dijo nada por tu actitud de chico malo?.

—Creo que le gusta, nadie le hace nada porque saben quién soy— ríe—Tampoco nunca han robado este lugar porque me ven aquí.

Miro la hora en mi teléfono, ya es pasado media noche.

—Tengo que irme—guardo el teléfono en mi bolsillo—Ya es tarde.

Jax le hace una seña a Rachel.

—Nos vamos cariño—Jax se pone de pie, yo igual—Nos vemos pronto, cuídate, y déjame decirte que te ves hermosa. Aquí está.

Jax deja dinero encima de la mesa, pero deja mucho más.

—Me dijiste que te gusto un bolso el otro día—Jax le sonríe.

—Adiós mi bebé—ella le da un abrazo, nunca había visto esa faceta de él— Pórtate bien y dile a Cassie que venga a verme pronto.

—Adiós — me acerco a ella y le doy un abrazo.

Comienzo a caminar.

—Cuídala— escucho que le dice a Jax.

Lo espero unos segundos afuera.

—Bueno...—le entregó su chaqueta—Me voy.

—Haré lo que prometí, está es la última vez que nos veremos— me mira—Cuídate Lacey, eres hermosa y espero que te den el amor que mereces, mereces mucho, créemelo. No quiero apartarme de ti, pero es lo mejor, somos distintos. Te amo

—Jax, no te metas en problemas—me acerco y le doy un beso en la mejilla—Espero que algún día dejes esa vida. Adiós.

Enseguida comienzo a caminar hacia una parada de taxis que queda a una cuadra.

Corren pequeñas lágrimas por mis mejillas.

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Bueno, estamos en la recta final, espero que les haya gustado.

Élite: la sociedad de los chicos rebeldes Where stories live. Discover now