|5|

3.3K 368 160
                                    

Finalmente estábamos de camino hacia el hogar de el judío, estaba emocionada eso se podía notar a plena vista. Aunque el camino fue silencioso, debido a que ninguno de los dos encontraba tema de conversación y Kenny se había ido hace unos momentos.

Llegamos a la casa verde de dos pisos, como era constumbre mi emoción fue reemplazada por nervios ¿Como le caería a la familia de Kyle? ¿Cuántas diferencias de cultura habrían? Esa y mil preguntas más me ponían tensa.

El entro a su casa tranquilo pero al ver que no me movía de la entrada decidió, después de dar un suspiro, agarrarme la mano.

—No te sientas nerviosa —susurro mientras caminaba en busca de su familia—, de seguro le agradas a mis padres y hermano.

—Uhm —por más que sus palabras buscarán ser reconfortantes, su acciones no hacían más que ponerme nerviosa. Aclare mi garganta— ¿T-tienes un hermano?

Oh excelente pregunta [t/n], te lo acaba de decir.

—solto una leve risa cubriendo su boca con su mano libre, no sabía si se reía por la pregunta o por mi inquietud—  si, es unos años menor que yo. Se llama Ike.

Entramos a la Cocina donde estaba quien parecía ser la madre de Kyle, se encontraba tarareando mientras cocinaba.

—hola mamá.

La mujer se sobresalto y nos día la cara con una sonrisa.

—Oh, hola hijo —saludo a su hijo para luego posar su mirada en mi—. Veo que trajiste a una amiguita, ¿Te quedarás a cenar, querida?

—uh bueno eso es lo que te quería preguntar mamá, aparte de que si le podías explicar sobre nuestras tradiciones como judíos.

Agradecí mentalmente a Kyle por hablar explicando la situación en mi lugar, su madre asintió y siguió cocinando. Mientras ella terminaba de cocinar subimos al cuarto de Kyle donde el me mostró sus figuras de acción, y su mercancía de Terrance and Phillip.

Nos reímos juntos de las tonterías que se nos ocurrían a ambos, definitivamente era muy divertido estar junto a Kyle.

—¿Sabes Kyle? eres muy divertido —el paro de reír, me miro con una sonrisa y un ligero sonrojo—, me alegra ser amiga de alguien tan lindo.

—¿Li-lindo?

—Si, ya sabes, agradable —agregue mientras miraba por la ventana de su cuarto.

—Oh...

Me giré para mirarlo su expresión denotaba algo de desilusión.

—¡Niños la comida ya está lista!



| wabi sabi| ᴷᵞᴸᴱ×ᴸᴱᶜᵀᴼᴿᴬDär berättelser lever. Upptäck nu