Ese Barman y Yo | KAKANARU | ©

Capítulo 17 - Inesperado

Kakashi salió a paso lento del edificio, su rostro portaba una enorme sonrisa y sus ojos brillaban de una manera peculiar. Hacía tantos años no tenía esa clase de sensación, que casi se parece a la primera vez que sintió así.

Naruto de alguna manera logró provocar aquello en él, devolviéndole la felicidad que parecía haberse perdido en algún momento de su vida. Inconscientemente, llevó sus dedos hasta los labios y los acarició de un manera tonta.

Se giró hasta el edificio, y mientras aún sonreía negó con su cabeza sin entender que clase de embrujo hizo para quedar tan idiota por él. Llegó hasta el automóvil y se introdujo en el de un solo empujón.

Recorrió la carretera divagando en sus propios pensamientos, la historia que Naruto le contó sinceramente le llegó ¿Como era posible que alguien a quien consideras "mejor amigo" —Sabiendo lo que ese título representa— fuera capaz de traicionarte de esa manera?

Su amistad con Iruka, fue todo lo contrario. Siempre confiaron uno en el otro y sin importar de que tratase, su amistad lo era todo y lo sigue siendo. Su imaginación comenzó a divagar en diferente situaciones donde el moreno pudiera jugarle una cosa como esa y sinceramente, si de solo pensar le dolía, imagínense si le ocurría.

No sabe bien en que momento ya se encontraba al frente del edificio, soltó un suspiro, tomó sus fuerzas, estacionó y fue directo hacía su gran problema del día.

Al entrar a la oficina, lo primero que vio fueron a dos empleados de otra plantas tratando de consolar a Hanare mientras que Iruka sostenía el puente de su nariz totalmente enojado, y no fue hasta que sintió como alguien se acercaba que se digno abrir los ojos para mirar.

—Al fin llegas, maldición. —Dijo en un tono entre indignado y cansado— Tu mujer nos ha vuelto locos a todos. ¿Que mierda hiciste para que se pusiera así?

Kakashi lo miró y el moreno tubo que conformarse con ese silencio repentino. Cuando Kakashi no habla es porque probablemente es algo grave o serio y de momento no esta de humor para hablarlo.

Iruka comprendió todo aquello con solo mirarlo por unos segundos, y aunque se notaba que la situación en si le molestaba había algo en sus ojos que lo hacía ver diferente.

— No hice nada en particular, pero anoche discutimos y no dormí en casa. —Dijo después de unos minutos, totalmente despreocupado como si aquello fuera lo más natural del mundo.

Y aunque lo fuera, aquello no encajaba para nada con lo que el señor Hatake Kakashi haría jamás, o al menos no mientras él aún quisiera a esa persona.

Iruka lo miró incrédulo a lo que escuchaba, hacia mucho tiempo que Kakashi no se comportaba así no importaba lo que su mujer le hiciera, siempre estaba con ella y... lo entendió.

— No me digas que estuviste con él.

— ¿A que te refieres? — Kakashi sintió como el rubor quería cubrir sus mejillas de verguenza al verse descubierto por su amigo sabiendo que hablaba de Naruto, pero supo disimularlo.

— A mi no me engañas, hace años te conozco idiota.

— Bueno, la verdad es que...

— ¡Kakashi! —Sintieron el grito de una mujer. Y cuando ambos voltearon a ver, se dieron cuenta que Hanare venía corriendo hacía Kakashi.

— Hanare... —Dijo en un susurro al ver las pintas de su mujer.

Llevaba puesta la misma ropa de ayer, su pelo era un espanto se notaba que ni siquiero lo había cepillado, el maquillaje en su cara estaba corrido provocando un desastre total y ni hablar del olor a alcohol, transpiración y perfume que se mezclaba en ella y el ambiente.