Capítulo 24 - En La Mañana

2.1K 196 16
                                    


—Me gustas, Naruto.

Kakashi despertó recordando sus propias palabras antes de quedarse dormido, e inconscientemente sonrió. Quiso mover su cuerpo, pero un peso extra le impedía poder hacerlo y en cuanto su vista se topó con su intruso soltó una risita, apenas audible pero la suficiente para delatar aquella inmensa felicidad que sentía.

Tenía a Naruto enredando sus piernas con las propias, mientras le abrazaba por la cintura, y dejaba que su pequeño pecho se pegara junto al suyo haciendo que su delicado rostro quedara enterrado en su cuello, haciendo que la tranquila respiración del rubio sobre esa zona le diera un toque de paz y tranquilidad como hace mucho no experimentaba.

Con cuidado, ya que un mal movimiento podía enviarlos al piso desde el sillón, elevó su brazo para poder acariciar la cabellera del muchacho, de su muchacho. Ese pensamiento lo dejo embobado, Naruto ahora era su chico y no había una sensación más bonita que esa para su corazón.

Se había entregado al rubio y el rubio a él, lo de anoche no había sido un simple revolcón como podría haber tenido con cualquiera, fue algo más profundo y especial ya que fue la primera vez que Kakashi sintió esa necesidad de no ser apartado de él, de poder permanecer por siempre junto, aquellas mariposas que revolotean en su estómago cada vez que lo ve sonreí, esas ganas de abrazarlo y cuidarlo de la mierda que el mundo se empeña en llevarle, de querer protegerlo incluso si él puede lastimarse.

Por eso lo de anoche fue tan único para Kakashi, porque al fin pudo darse cuenta de que él... esta completa e idiotamente enamorado de ese rubio ojos azules que lo cautivo desde la primera vez que lo vio en aquel.

Su vista se paseó por la pequeña sala del deteriorado departamento en busca de un reloj, y dio con uno sobre una pequeña repisa a unos cuantos metros del sillón donde estaban recostados.

— "A penas son las 9:00" —Se dijo así mismo acomodándose un poco mejor— "¿Debería dormir un poco más o espero a que Naruto se despierte?" —Pero antes que pudiera responderse, vio como el rubio se removía un poco sobre su cuerpo y abría sus ojos.

— Buenos días. —Dijo con voz suave, que a los oídos del rubio le parecieron una maravillosa melodía, y de manera automática aún con sus ojos adormilados, le sonrió.

— Buenos días-ttebayo. —Y al moverse un poco, notó que aún estaban desnudos y se avergonzó cuando se recordó así mismo anoche y cuando Kakashi vio su expresión se puso completamente rojo.

— ¿Qué pasa? —Le preguntó fingiendo que no vio su rostro ruborizado— ¿Porque me apartas la mirada? —Su tonó se volvió juguetón, mientras intentaba que Naruto lo mirara— ¿Acaso no te gusto despertar con migo? —Fingió un puchero.

— ¡No es eso! —Dijo Naruto mirando, por fin, a los ojos del mayor— Es solo que... —El rubor volvió a extenderse en sus mejillas.

— No es necesario que te avergüences. —Dijo soltando una risita— Aunque... —Hizo una pausa— Ver tu rostro como un tomate también es lindo, me gusta. —Sonrió.

Esa última frase le hizo recordar a Naruto lo que Kakashi le había dicho anoche, y por algún motivo sintió una punzada en su pecho, por supuesto que estaba feliz e incluso se moría de ganas de decirle que era correspondido pero... al mirar el anillo que Kakashi aún tenía en su dedo, le hizo recordar algo que el por un momento olvido: Él era casado.

Por eso, una sensación de malestar se incorporó en su estómago al pensar que él podría estar siendo "el mal tercio" en el matrimonio del mayor y lo hizo sentir miserable al pensar que Kakashi había engañado a su esposa, porque no importa que tan arpía o víbora fuera esa mujer, nadie merece ser engañado y el mejor que nadie lo sabe.

Ese Barman y Yo | KAKANARU | ©Where stories live. Discover now