°17° Escape

1.3K 152 53
                                    


–¿Estás viendo lo mismo que yo?

–Parece que no mentían...

–¿Y qué haremos ahora?

–Posponer los preparativos, tendrán que retrasarse nuestros planes...

🖤✴️🖤✴️🖤✴️🖤✴️🖤✴️🖤✴️🖤✴️🖤✴️🖤✴️

Era un nuevo día, un fresco nuevo día. El viento era tan frío que calaba los huesos y había nieve por todo el vecindario.

Se podía observar a vecinos sacando la nieve de sus jardines y tejados.
Los trabajadores habían llegado temprano a la mansión para limpiar el desastre del día anterior, los desechables, basura en general, globos, restos de comida y un sin fin de desperdicios sobrantes.

En la mansión del recién nombrado CEO las cosas fluían bastante bien.
Recién se había levantado el joven albino con los cabellos revueltos, estaba sentado al borde de la cama tratando de despabilarse. Bostezó una última vez para terminar de reunir energía y levantarse. Recién eran las 8 de la mañana y unos pequeños y tenues rayos de sol se podían apreciar con dificultad.

Desvío su vista hasta el chico que seguía durmiendo plácidamente en su cama. Solo bastaron segundos para que su cerebro conectará con lo veía.

–¡¿Qué mierda?! –se sobresaltó y chocó con un mueble que estaba a lado suyo. El impacto interrumpió los dulces sueños del azabache quien frunció el ceño y abrió sus ojos con lentitud. –¿Qué haces en MI cama?

–¿Qué? –Preguntó en un pequeño hilo de voz mientras se reicorporaba hasta sentarse mientras tallada uno de sus ojos con su mano.

–Pregunté por qué estás en mi habitación, específicamente en Mi CAMA.

–Yo no estoy en tu... –Retiró su mano y se dedicó a mirar a su alrededor, se levantó de inmediato tropezando con las cobijas cayendo de espaldas al suelo –¡¿Por qué estoy en tu cama?!

–¡Yo te pregunté primero!

Ahí tirado en el piso trató de hacer memoria sobre los sucesos de la noche anterior. Oh maldita sea, rogaba por todos los cielos que sólo fuera su imaginación y que nada raro haya pasado durante la noche.

–¿Tu crees que...?

–No, no pasó nada. ¡No pudo pasar nada! –Con desesperación el mayor tiros de sus propios cabellos y comenzó a caminar en círculos. El menor expectante decidió levantarse porque podría jurar que comenzaba a congelarse.

–Yo no recuerdo nada –Admitió el ojiplata tomando su cabeza con una de sus manos.

–Yo tampoco, mira hagamos algo...

–Te escucho...

–Solo no pensemos sobre la fiesta de ayer ¿Si? Lo que sea que haya pasado no pasó, punto. –El azabache meditó un poco las palabras de su contrario para terminar asintiendo.

–Está bien, sinceramente es mejor así.

–Gracias.

Ambos chicos se quedaron viendo fijamente unos segundos que para ellos había sido eternos, el ambiente se volvió incómodo por lo cual decidieron desviar su mirada a otro lado.

"El Contrato" ||GoldFred||Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt