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Solo les quedaba una semana mas juntos. El padre de Zach se encargó de recordárselo al llamarlo para decirles que todo estaba en orden que ya le habían entregado las llaves de su nuevo hogar. Un dúplex de cuatro habitaciones, tres baños y un gran balcón y a solo diez minutos del centro de Ámsterdam.

Los pasaportes aun estaban vigentes y solo necesitaban las visas, cosas que su madre se estaba haciendo cargo, ya que tenía contactos que la ayudarían a agilizar el proceso.

Aarón y Zach, en cambio, ya habían abarcado gran parte del abecedario. "I" de idiota, una de las primeras palabras que Zach le dijo a Aarón. "J" de Julio, el mes en que Aarón se mudó al barrio.

—¿Algo con "K"? —preguntó Zach mientras pasaban el rato en el césped de la casa de Aarón.

—Tengo algo en mente... —dijo Aarón con mirada coqueta. —"Koala"

—Pues si que te gusta esa posición... —respondió Zach poniendo su mano en el muslo de su novio.

—¿Y dime que a ti no? —respondió Aarón.

Si bien no era la palabra mas interesante, aceptaron agregarla, al fin y al cabo, solo lo hacían para poder recopilar la mayoría de las cosas que los unían, claramente, de distintas formas.

"L" era para lengua, aquella que a Zach el encantaba introducir en la boca de Aarón, y "M" de mordida, algo que Aarón amaba hacerle a los labios de Zach.

—¿Eñe? —preguntó Zach.

—Mmmm, no lo sé... —respondió Aarón. —¿Ñeque?

—¿Qué mierda significa eso? —pregunto Zach riéndose mirando de forma extraña a Aarón.

—Fuerte, vigoroso, como tú, y tu inmensa... espalda.

Ambos volvieron a reír y se besaron.

—Entonces dejaremos "Ñeque" aunque sea la palabra más random que he escuchado. —respondió Zach.

"O" seria de ojos, aquellos cautivantes ojos verdes de Aarón, aquellos que Zach ve y logra conectar con el interior de su novio. "P" seria de pasión, la cual desbordaban y desprendían de sus grietas.

—¿Qué hay de la "Cu"?

—¿En serio lo preguntas? —preguntó Aarón acercándose a Zach. —de "querer", te "quiero" Zachary Velozo.

Entonces unos escalofríos recorrieron el cuerpo de Zach. Una corriente que erizó cada vello en su piel. Sus ojos se plantaron en los verdes de Aarón, y se adentró de ellos.

Se vio en una pradera, un valle, rodeado de enormes e infinitos campos de cubiertos de césped recién cortado. El olor lo relajó, y la brisa de aquel lugar derribó un trozo de la coraza de Zach. Este cerró los ojos, y sentía la brisa acariciar sus brazos, su rostro, su cabello ondeaba suave y armoniosamente, y entonces finalmente supo, que podría sentir libremente como su padre, que al fin se acercaba a no temer despojarse de su coraza, al fin estaba creciendo como un rascacielos; lento, pero crecía, y el reconocer sus sentimientos en voz alta, tal como lo hacia su padre, su madre y ahora Aarón era señal de que no había que temer, que incluso el temor debía ser libre de escurrir por sus grietas. El valle brillaba, y el en medio de todo también aprecia hacerlo gracias a los rayos de sol que chocaban en su piel blanca y sus cabellos rojizos. Cerró los ojos. No quiero irse de ahí, aunque estuviera desnudo en aquel lugar, no se sentía vulnerable ni una presa fácil, se sentía mas seguro que nunca.

—Yo también te quiero Aarón Toledo.

Su voz sonó profunda y cálida, tanto que Aarón lo besó suavemente ante el sentimiento que transmitían aquellas palabras.

De la A a la Z leería tus grietas.Where stories live. Discover now