nueve

977 73 20
                                    

(¹) Aún no podía creer esa historia, San no pudo haberse ido sin decir nada y si tenía depresión ¿Por qué nadie se dio cuenta? Dios mío, días antes tenía la sonrisa tan resplandeciente que nunca hubieses pensado que estaba llenó de tristeza y melancolía. Un año y medio sin pistas, señales o algo que nos dijera su paradero, la policía insiste en que fue una fuga premeditada y hace ya varios meses que dejó de buscar pero yo no puedo aceptarlo, es demasiado fácil rendirse. Siempre me tuvo como apoyo, ¿por qué no acudió a mí después de salir ¿ Debí ser más consciente de mi pequeño amigo, era tan frágil y dejé que cayera en las mentiras de ese gran idiota, estoy seguro que él tuvo algo que ver pero no tengo ninguna prueba para incriminarlo y eso me hierve la sangre. Lo único bueno es que aún no se ha reportado muerto por lo que mantengo la esperanza de encontrarlo y no parare de buscar, claro que no. Hoongjoong insistió en que lo olvidará pero ¿Cómo hacerlo? Aquel niño me dio tanta alegría y estuvo ahí en los momentos más difíciles.



-Debemos parar por hoy... Necesitas descansar un poco o vas a recaer como hace unos días... Anda, te dejaré en casa... -dijo Hong a lo que yo negué rotundamente, cada minuto para un desaparecido cuenta ¿Y si lo tenían secuestrado? .



-Tiene razón, Seonghwa. Debemos ir a casa, mi madre saldrá de viaje hoy y quiero despedirme de ella... -esta vez lo dijo Jungkook, volví a negar y dejé que todos se fueran a excepción de Yunho, un chico que recientemente se había incluido en nuestro grupo gracias a Jaehyun.



-Esta bien, ¡váyanse! Yo me quedaré porque a mí sí me importa encontrarlo -grité y ellos no se inmutaron, yéndose del lugar .



Estaba siendo demasiado testarudo al aferrarme y esto había causado varias peleas con Hongjoong quien no entendía nada de la situación, varias semanas atrás que lo nuestro ha ido de mal en peor pero no importa, no puedo estar con alguien que no me apoya. Y ahí estaban nuevamente, traicioneras lágrimas recorrían mis mejillas y aquel sepulcral frío golpeó contra mi espalda dejándome hincado frente a la pileta del centro.



-Seong... ¡Ya es bastante! Te llevaré a casa. -escuché a Yunho y quise imponerme pero fue más rápido, envolvió sus brazos alrededor de mi cargándome y ya ni proteste, necesitaba de un abrazo enorme y nada mejor que la calidez de su cuerpo contra mi rostro. De verdad se convirtió en un gran apoyo.



-Tengo que encontrarlo, Yunho... Yo soy el único he puede ayudarlo ... Tengo miedo ... Estoy totalmente desesperado y ese hijo de puta no nos ofrece respuestas viables, mi relación se rompe cada día más y ni que hablar de la escuela... Estoy por perder dos cursos... Necesito encontrarlo y darle un gran abrazo para luego jamás volver a distraerme ... Porque fue mi culpa, yo no quise escucharlo, estaba tan embobado ... -Yunho siguió caminando mientras escuchaba todas y cada una de la palabras que tenía que decir hasta que poco a poco los párpados empezaron a pesar y no pude quedarme más tiempo despierto.


...



(³) San estaba echando chispas por los ojos, aquella obscena mirada de poco descaro lo recorrió completamente y casi le propina un golpe de no ser porque Yeosang salió a detenerlo o quizás habría roto su bello y varonil rostro, joder, estaba delirando de la preocupación también. Si él era su dueño probablemente pensaba en llevárselo y eso no podía suceder o jamás lograrían vivir las cosas que planearon, bueno, él ya era libre pero Yeosang no. Todo era tan complicado.



-San, ese chico era lindo. - comentó Yeo con timidez por la extraña y atemorizante mirada de su menor.



-Por favor, Yeosang... Ese no es un chico, es un hombre de quién sabe cuántos años, un maldito pervertido sexual que abusa de su posición económica, la palabra lindo es mucho para él... Aparte ¿no viste sus ojos? Parece un pequeño gato huraño. -bufo mientras trabajaba difícilmente el nudo que se le hacía en la garganta.

𝖣Ó𝖢𝖨𝖫 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora