Capítulo 5

1.5K 211 104
                                    

"Recuerda que el diablo fue una vez un ángel, así que puede llegar a ser muy atrayente y hermoso."

—Mi Desesperada Decisión

Nota de la autora:
Desde ya quiero aclarar que las "Escondidas Americanas" es un juego para personas un poco atrevidas, debido a que se siguen las mismas reglas que en el escondite normal, sólo que al momento de encontrar a la persona (normalmente un hombre busca a una mujer), se da un beso en la boca a la persona a modo de "Te encontré" y a la primera o última persona que le den el beso, realiza el conteo. 

Ahora sí sin más que decir, disfruten del capítulo.


Melody

Luego de contar cuantas personas éramos en cada equipo para que fueran de la misma cantidad, empezamos a jugar. Apenas comenzó el juego, acordamos que los chicos contaban primero, seguidamente todas las chicas comenzamos a escondernos, pero en cambio, Isabelle junto con Anastasia simplemente se quedaron sentadas en una silla cercana, esperando a que las encontraran, lo que no iba a ser muy difícil que digamos.

Empezamos a correr para poder escondernos en alguna parte. Me iba a esconder en La Suite, pero no alcancé a llegar, ya que el lugar estaba en el tercer piso y yo estaba apenas en el segundo piso, cuando escucho a alguien subir corriendo por las escaleras. Sobresaltada y sin pensarlo dos veces, abro la puerta de la habitación de Colin para esconderme debajo de su cama apresuradamente.

Escucho a alguien enterar despacio a la habitación.

Por favor que no me encuentren, por favor que no me encuentren...

Ay admítelo Melody, tú te mueres porque Ryan sea el que te dé el beso.

Cállate conciencia.

Trataba de todas las formas posibles para que mi respiración no sonara tan agitada y delatara mi ubicación, pero luego de unos minutos escucho como la persona se fue, cerrando la puerta tras de sí.

Espero unos pocos segundos más, ojeando brevemente por debajo de la cama de mi hermano, para así comprobar que no había nadie y poder salir de mi escondite. Al salir me llevo conmigo un pequeño cojín, y con cuidado miro por el pasillo para revisar que nadie estuviera por ahí, y verificar que solo habían unos pocos jóvenes bebiendo y charlando en el balcón del pasillo, no me preocupo y salgo definitivamente, pero no me fijé bien y choco con alguien.

—Lo siento.

— ¿Mel? —Esa voz tan familiar hizo que alzara mi mirada— ¿Te encuentras bien? —Se nota la preocupación en la voz de Ryan.

—Si, no te preocupes —Le regalo una sonrisa sin mostrar mis dientes.

—En ese caso... —Me da un abrazo recorriendo mi cintura. Él baja una de sus manos y me da un pequeño roce en mi muñeca, lo que hace que yo me estremezca.

Se acercó un poco a mí y me susurra en el oído.

—Te encontré, pequeña.

Suelto una corta risa carente de carisma.

—Estás al tanto de que no te voy a dejar que me beses, ¿Verdad? —Me cruzo de brazos.

—Lo sé. —Se encoge de hombros.

Me extrañé mucho por su respuesta.

—Está bien, mejor para mí. —Esbozo una sonrisa de oreja a oreja.

Dagas Llenas de Mariposas [AM #1]©Where stories live. Discover now