Capítulo 3

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Narra Alaia

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Narra Alaia

"Doña blanca está cubierta con pilares de oro y plata. Romperemos un pilar para ver a doña Blanca"- canté. Pero al darme cuenta de que lo he vuelto a hacer por enésima vez, solo me resigné a esperar a que mi misma mente se aburra de esa canción infantil y la olvide de una vez por todas.

- Joder, mente, ¡supéralo de una vez!- dije dándome pequeños golpecitos en la frente, al darme cuenta que volví a cantar la canción otra vez. Una hora después y seguía esa bendita canción en mi cabeza y solo seguía auto-amonestándome hasta que mi celular recibió un mensaje

Capitán K

Hasta ahora tengo tus pendientes de perlas, esas que dices te dan suerte, ¿te las llevo mañana?

Yo

Mejor pregúntame de una vez acerca de lo que he descubierto de la secundaria rival- Ya sabía las verdaderas intenciones de su mensaje con solo leerlo, pues era costumbre que una noche antes de cualquier partido hablemos por teléfono, si es que no lo hacíamos personalmente, para repasar los últimos detalles de las estrategias que usaremos en el partido. Me parecía algo cómico el que haya empezado de esa forma esta conversación, incluso podía deducir que estuvo pensando por un buen tiempo el tema con el que iniciaría la conversación y eso no hizo más que darme ternura y cierta gracia.

Capitán K

¿qué averiguaste?

Yo

¿Cómo estás, inteligente Alaia? ¿qué tal tu día?. Yo respondería que fue uno muy productivo pero bueno, no es de tu interés

Reí al momento de escribir ese mensaje, sabía que si lo hacía esperar lo irritaría, pero me valía. Decidí  picarlo más

Además, las estrategias las hablo con el capitán y el entrenador, y ahora yo no estoy con ninguno de los dos; así que, lo siento, no puedo decírtelo.

Volví a reír. Ya me lo imaginaba arrugando su ceño y respirando como si de esa forma obtuviera la paciencia que le hace falta. Y seguiría bromeando y desafiando su paciencia pues se merecía eso y más al él decidir junto con el entrenador Hibiki que yo recién entraría en el segundo tiempo del partido. A pesar que les propuse desde un inicio que podría entrar al juego a la mitad del primer tiempo, ya que, si bien me bastaban hasta menos de los diez minutos que él había pedido para analizar al rival y al equipo, el resto de tiempo lo usaría para reforzar mi estudio al Raimon; me ignoraron. Así que, Kidou, solo me queda decirte que le venganza es dulce y que tengo toda una noche entera para cobrármela.

Cuando iba a dejar mi celular a un lado, al ver que él no respondió, para continuar viendo los videos de juego de la secundaria Sembayama y continuar analizándolos, recibo su llamada.

Hasta que el equipo nos separe || 𝑰𝒏𝒂𝒛𝒖𝒎𝒂 𝑬𝒍𝒆𝒗𝒆𝒏Kde žijí příběhy. Začni objevovat