La castaña veía como Orfeo perfeccionaba la súper técnica con las observaciones y críticas que ella había identificado; cuando de pronto siente la vibración de su celular. Abre el correo y se sorprende al observar quién es el remitente, pero más aún...
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Alaia
Yo no les advertí, solo me fui. Hui. Escapé de la carga.
Esos y más pensamientos estaban en mi cabeza, enredándose unos con otros. ¿Qué hago ahora? Quizás Kageyama sea lo que necesito para hacerme más fuerte, pero estar con él significa volver a ser manipulada y dañar a más personas.
Me saca de mi pequeño trance el sonido del portón de rejas abriéndose para que el auto entre a casa. Pero no solo era con ese fin, sino también para que salga otro carro, el cual, pude identificar por la placa. Maldita suerte la que tengo. La persona que iba en los asientos traseros del auto que estaba frente a donde yo estaba, baja y se acerca a mi lado de la ventana. Antes de abrirlo veo mi aspecto, principalmente mis ojos en un espejo de mi bolso. No podía permitirle saber que había llorado o sino me haría muchas preguntas que no quiero responder.
Mis ojos están rojos y un poco hinchados. Mi plan se puede ir al carajo.
Cuando iba a decirle a August que avance, tocan mi ventana.
- Kidou, que sorpresa- dije bajando mi ventana a la vez que evitaba mirarle a los ojos y modulaba mi voz.
- Em, hoy hay una cena en la casa de Endou- esperó a que hablara pero no mencioné nada. No sé si se habrá dado cuenta de mi estado porque no he visto sus expresiones, aunque todo parece que no.- He venido a recogerte para ir juntos ya que no contestabas los mensajes, pero no estabas en tu casa- calló unos segundos y volvió a hablar - ¿Todo bien?- preguntó extrañado, mientras trataba movía su cabeza para tratar de ver mi rostro.
- Todo está bien, solo necesito descansar- dije girando mi rostro en dirección a August, impidiéndole así, que vea de más.- No podré ir, diviértete- finalicé en un tono cortante que no pude evitar soltar pues ya quería llorar.
- Emma, es importante que vayas. Necesitamos acoplarnos al grupo, además, no has socializado mucho que digamos- dijo en un tono acusador y hasta de reproche.
- Solo me vincularé lo necesario, Kidou- cortante.
- Emma- volvió a decir en el mismo tono de reproche.
Lo menos que quería ahora era discutir con él. Sé que si le cuento lo que ha pasado me dejará de insistir, me quedaré en casa y hasta me haría compañía. Sería más fácil. Sin embargo, él no debe de saberlo, al menos no por ahora.
- Kidou- le respondí con mi tono seguro, no perdería, quería descansar y pensar. Ya mañana tendría tiempo de socializar.
- Haruka y tu madre están en casa- sentenció.
Retiro lo que dije acerca de que no perdería. Puede que le gane a Kidou, pero no lo haría con mi madre. Ella me obligaría a estar con ellas y eso quería menos que ir a la casa de Endo.
Resoplé lo más fuerte que pude para que el sepa de mi inconformidad con mi nueva decisión.
