Un comienzo vertiginoso/Un comienzo problematico

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Candela cerró la puerta de su habitación y apoyó su espalda contra la puerta.

El corazón le iba a mil, la cabeza le daba vueltas con cientos de ideas e imágenes de esa noche.
¿Por qué se estaba haciendo eso?
Cuando Tae desapareció de su vida sin dar más explicaciones por poco lo pierde todo. Estuvo a punto de perder la oportunidad de estudiar lo que había elegido.
Perdió el contacto con todos salvo con Namjoon y JungKook.
Su último año en Corea había sido un infierno de tensión y soledad.
Especialmente los último 6 meses cuando sus padres tuvieron que volver a España y se quedó sola alojada con los Jeon.

No es que estuviese sola, Min Ra se convirtió en una verdadera amiga, sino que se sentía sola. Pues con nadie sentía esa sensación que tenía con Taehyung, esa conexión. Así que aunque todos se esforzaron por excusar y explicar la actitud de Tae, lo cierto es que nadie entendía porque había desaparecido como lo había hecho, todos se acababan encogiendo de hombros y diciendo es Tae...
Pero ellos sí podían hablar con él, ellos sí sabían cómo se encontraba. No era el caso de Candela, a ella no le cogía las llamadas, a ella nadie le decía nada por expreso deseo de Taehyung.

Lo supo un día que sin querer oyó una conversación con Jungkook al otro lado de la puerta.
Jungkook hacía ejercicio mientras hablaba con Taehyung con el manos libres.
-Tío, deberías hablar con ella, dile al menos que no estás enfadado, o que no te ha pasado nada...
-No, ella sabe que no ha hecho nada para que yo me enfade. Es un tema mío. Creo que es mejor para ella si yo desaparezco, si no sabe nada de mí.
-Vale pero te lo digo porque la veo a diario, y ...bueno no es como antes, está muy triste, me da pena.
-Lo superará, es muy joven, seguro que pronto se olvida de mi.
-El curso termina en un par de meses, ella ya ha tramitado el traslado de su expediente a España, seguirá sus estudios en Madrid...
-Bien...
-¿No vendrás? ¿Ni una sola vez?
-No, no creo que me den permiso...
-Sinceramente te mereces perderla, que alguien te la quite, te estás comportando como un idiota.
-Lo sé. Tienes razón. No me merezco a alguien como ella.

Así fue como Candela supo que Taehyung había desaparecido voluntariamente de su vida.
Así fue como supo que todo el dolor que estaba  padeciendo era producto de una decisión inexplicable, unilateral e injusta.
Y ella acababa de besar en la mejilla al hombre que le había procurado todo ese dolor. Y lo había hecho encantada, y conteniéndose de hacer algo mucho más significativo.

-¿Por qué te haces esto Candela?
No deberías ni mirarle a la cara, y eres incapaz de verle y no sonreír como una idiota.

Candela se detestó a sí misma, un momento, justo antes de mirar hacia adelante.
Bueno vayamos a lo importante, mañana empezamos a trabajar.

Se dio un baño relajante, se secó bien el pelo, y se metió en la cama. Comprobó dos veces las alarmas para el día siguiente, y se dispuso a dormir.
Creía que la emoción de empezar al día siguiente no la dejaría dormir, pero lo cierto es que se durmió casi de inmediato. Y tuvo una placentera noche soñando con Taehyung bailando, Tae cocinando, Tae riendo y Tae gastando bromas.
Tae, Taehyung, Kim Taehyung era capaz de acelerar toda su vida, incluso en sueños.

A la mañana siguiente cuando creía que estaba lista para ir a trabajar se miró al espejo. Y no se gustó.

Miró el reloj, tenía 45 minutos según su planificación, se desnudó, miró el armario y escogió una falda tipo lápiz color negro, una camisa beige tipo masculina y un salón clásico de medio tacón.
Se recogió el pelo en una coleta baja y se puso un abrigo ligero color cámel.

Desayunó en el hotel y bajó caminando la avenida hasta la embajada española, entró en la oficina de seguridad para acreditarse y 15 minutos antes de la hora de comienzo, Candela estaba preparada para iniciar su carrera profesional.

I Purple YouWhere stories live. Discover now