Di mi nombre

149 11 6
                                    

     Era la peor pregunta que podía hacerle. Aunque ya era de esperar, eso no quitaba el hecho de que sabía que esta era su última puerta a los problemas que venían. Su suerte acababa ahora, porque al decir su nombre seria su perdición... y ella sabría que era él.

     Fenneko no entendía muy bien que sucedía, estaba confundida y eso... le molestaba, y mucho. Ella solo se preguntaba ¿Qué rayos le pasaba a haida? ¿Acaso ya la conocía o porque estaba nervioso? Si, haida ya comenzaba a ponerse nervioso. No era notable, pero su amiga ya sabía en qué momentos se ponía de ese modo.

     - eh... bueno, mi nombre... - ¿Qué podía hacer en ese momento? ¿Decir un nombre falso? Fenneko no tendría problemas para entender que no quería decir su nombre, él la conoce bien. Pero con tsunoda aun lado de él, acabaría con todo pronunciando que su nombre era haida

     - vamos dilo, no me voy a reír

     - no es eso es solo que mi nombre

     - ¿Qué? ¿Acaso te da pena? – tomo su copa recién llena de vino

     - no, no es eso. Escúchame primero – ella contesto con algo similar aun ''aja'' con la copa en los labios – primero que nada quiero pedirte perdón por todo lo sucedido, segund...

     Ella dejo la copa sobre la mesa.

     - espera, espera, espera – confundida y despegando a tsunoda del teléfono, dudándola de que andaba mal. La gata empezaba a hacer ademanes – un momento, explícate porque no te estoy entendiendo nada de na...

     - déjalo terminar – interrumpió de forma cínica la vulpina, dejando callada a yukio

     - gracias fenneko – dijo agradecido. Continuo – como iba diciendo, segundo, prométeme que no aras un escándalo y tercero, quisiera hablar contigo, no aquí sino en privado

     Ella se habia quedado callado analizando lo que le había dicho en su cabeza.

     - ... ok, bien, suéltalo entonces

     Suspiró.

     - bien, fui alguien a quien en tú vida fue alguien que no te abandono en momentos difíciles. Fui yo quien te salvo varias veces de quedar fuera de la escuela y quien se arriesgó a salvare de las hermanas del tipo que te había tendido una trampa. Yo fui de ti... un gran amigo – ella solamente no podía estar más segura de la respuesta que él le proporcionaba – por tu expresión, deduzco que ya sabrás quien soy, porque desde un principio supe quien eras y tu voz...

     - supiste quien era yo ¿no es así? – Se quedó un momento en silencio, las otras dos solo veían con incredulidad la conversación – yo también me pregunte lo mismo ¿Por qué se me hacía tan conocida esa voy tuya?

     - entonces, ahora sabes quién soy. Entonces quisiera pedirte algo – ella asintió con la cabeza, y él se acercó un poco agachando levemente la cabeza pero sin dejar de mirarla – di mi nombre

     El lugar ya comenzaba a ser sobrio a los ojos de quien estaba a la par de la mesa. Ella con una mirada, fija en los ojos de la hiena, marrones y profundos que miraban a través de ella, sipo quien era.

     - ... haida – y luego de eso, lo único que se escuchaba era [además de las pocas conversaciones de los más] el crujir de un vidrio siendo quebrado, como el hielo siendo formado.

     Lo único que quedo después. Era el silencio.

     La gacela no entendía que era lo que sucedía. Primero fue el repentino cambio de actitud de su invitada y luego esto.

Solo Te Deseo A TiWhere stories live. Discover now