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EL VERDE ANILLO QUE RODABA SOBRE SU DEDO ERA SU MAYOR ENTRETENIMIENTO, se lo había colocado en un dedo donde le quedaba grande y comenzó a girarlo para jugar con el. Se encontraba sentada en medio de los hermanos Lightwood esperando al rubio teñido y al entrenador del instituto. La chica de ojos cafés había ido temprano a su cuarto para despertarla ya que por primera vez parecían tener una pista real, pero el cansancio le estaba jugando una mala pasada y bostezo a la vez que recargaba la cabeza en el respaldo de la silla para descansar, sin embargo, fue interrumpida por un rubio de ojos bicolor, quien decidió utilizar la silla donde ella estaba como soporte apoyando sus brazos cruzados ahí.
──Magnus Bane──comenzó a hablar Hodge dejándose ver con una tableta en mano──, tiene más de trescientos años y como pueden ver no esta exactamente ausente de los placeres del siglo──las imágenes en la pantalla frente a los chicos pasaban de una en una dejando una rara sensación en la ojiazul──. Su buen gusto es exquisito y bastante excesivo.
