Muérdago marino [Especial Navidad]

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1ª Navidad con Torao

Luffy se arrebujó en su abrigo mientras caminaba a paso rápido por las calles revestidas de luces de colores y un mantel nevado que lo convertía todo en un paisaje de cuento de hadas. Pero el moreno apenas le prestaba atención; sus ojos castaños estaban focalizados en la pareja que caminaba a varios pasos por delante suya, hablando tan animadamente que a Luffy le daba la sensación de que poco les importaba que también hubieran quedado con él para comprar la comida y lo necesario para decorar el árbol que Franky había comprado: Trafalgar Law y Vinsmoke Reiju.
Por lo que el chico Monkey sabía, ambos se habían conocido en la cafetería localizada entre las universidades a las que habían asistido, hacía tres o cuatro años. Lo que fuera que pasara más allá de eso, Luffy lo desconocía; sin embargo, no hacía falta ser un genio para intuir la naturaleza de la relación actual entre la hermana de Sanji y el, recientemente apodado, cirujano de la muerte. Ambos congeniaban de forma extrañamente perfecta, a su manera y sin prisas.

En esas instancias, ¿qué importaba que Luffy se sintiera irremediablemente atraído y enamorado de Law? Él ya era feliz con otra y Luffy —aunque la presión en su pecho se volvía cada vez más insoportable cuanto más pensaba en ello y aunque no le gustaba rendirse sin luchar— había perdido aquella batalla incluso antes de darse cuenta de que estaba metido en ella.

A pesar de todo, cuando llegaron al centro comercial, Luffy se quedó unos instantes en la entrada, obnubilado por la decoración navideña, tan luminosa y brillante. A Luffy le encantaba la Navidad, pasara lo que pasara, y bien podía notarse al contemplar cómo sus ojos brillaban y su sonrisa amplia se pintaba en sus labios ante el mínimo vestigio de espíritu navideño. Fue así como lo encontró Law al darse la vuelta para comprobar si el muchacho seguía con ellos, ya que no había abierto la boca desde que habían salido a la calle; al notar su infantil ilusión, Law sintió como una sonrisa le cosquilleaba en las comisuras de su boca más reprimió aquel impulso cuando notó cómo el chico Monkey volvía poco a poco en sí y justo cuando sus miradas se encontraron, Law apartó la mirada, fijándola en la muchacha que los observaba con expresión divertida.

—¿No crees que es un poco cruel este plan tuyo? —le preguntó.

—Puede. Pero merecerá la pena toda la espera —contestó el moreno con una expresión de determinación increíble. Sin embargo, la chica Vinsmoke tenía sus dudas al respecto. No sabía mucho sobre Luffy, todo lo que conocía era por boca de su tercer hermano menor; no obstante, podía intuir la inocencia que lo rodeaba cual aura espectral, además de la intensidad que parecía dar de beber a todos y cada uno de los sentimientos que lo embargaban. Y era esto último lo que más dudas le provocaba.

—Bueno, esperemos que así sea  —fue lo último que comentó al respecto.