⌜Solo un poco cliché ➳ Namjin⌟

『especial navideño ⚘』

⌜Tres años después⌟

— Es el mejor regalo — le dije a SanHa, la asistente que había contratado especialmente por ser coreana y poco agraciada, pues eso significaba que había poco riesgo de que trate de meterse en mi matrimonio.

— ¿Un estado de cuenta que revela una cantidad millonaria que tiene que pagar antes de fin de año es un buen regalo? — dijo algo ingenua, mientras cambiaba toda mi agenda para así pasar navidad al lado de NamJoon.

Rodeé los ojos, pues era obvio que SanHa no entendería el significado de mi regalo.

— Nos vemos el 26. — dije poco después que tomé mis cuadernos de dibujos, tablet y documentos que tenía que leer antes de lanzar mi próxima colección de verano.

SanHa estaba a punto de decir algo, pero no la oí, pues salí de mi oficina y una vez que yo salía de mi oficina, mi trabajo terminaba.

Me dirigí a mi auto y me coloqué el cinturón de seguridad, pues ahora más que en estos tres últimos años, tengo que tener cuidado. Y hablando de los tres últimos años, lo único que puedo decir es que estoy felizmente casado con NamJoon. Desde nuestro reencuentro en aquella cafetería, comenzamos a salir (claro que al principio como amigos), nuestras visitas al apartamento del otro eran frecuentes y para cuando nos dimos cuenta (cinco meses después, para ser exactos) volvíamos a conocernos, gustarnos y enamorarnos. NamJoon me pidió una semana después salir formalmente y dos meses después me pidió ser novios. Se podría decir que volvimos a ser esa típica pareja cliché de una película ya pasada de moda. Sin embargo y contra todo pronóstico, terminamos siendo parte de una relación madura y mucho más bonita. Nam y yo mantuvimos cerca de un año de relación antes de que él me pidiera matrimonio. Nuestra boda fue totalmente al estilo Kim SeokJin, es decir, estuvo a mi nivel, pues aunque quisieran, no había ni hubo persona alguna que pudiera quejarse o hablar mal de mi matrimonio.

En la actualidad, NamJoon y yo llevamos un año de matrimonio y por tanto, esta navidad será la primera que pasaremos juntos en París, pues poco después de casarnos, decidimos establecernos aquí, por al menos un año más. No obstante, con la noticia que le daría tendríamos que sentarnos a dialogar y buscar la forma de aplazar nuestra estadía en este país, pues se me haría imposible viajar hasta por lo menos dos años más.

Bajé del auto una vez que encontré un sitio adecuado en el estacionamiento de mi edificio. Odiaba estar muy lejos del ascensor y en algunas ocasiones, detestaba la idea de estar muy cerca.

NamJoon y yo habíamos comprado un departamento en uno de los edificios más altos y prestigiosos de toda la ciudad a los dos meses de habernos casado. Ambos habíamos puesto parte de nuestros ahorros para tener lo que siempre quisimos y para ser sincero, eso me enseñó a valorar un poquito más las cosas.

Al llegar a mi piso, adentré la tarjeta al lector y la puerta se abrió automáticamente. NamJoon llegaría a las nueve de la noche, según habíamos quedado, por lo que aún tenía tiempo de preparar una cena navideña decente y envolver el regalo más importante que le iba a dar a mi esposo.

Pasé la mayor parte de la tarde cocinando y cuando terminé, me dirigí hacia mi habitación, en donde ya tenía preparada la caja envuelta con papel de regalo, lo único que me faltaba era sacar los papeles de su sobre.

Coloqué un pequeño almohadón dentro de la caja y encima, las hojas. Sabía que este regalo sería una sorpresa para NamJoon y que posiblemente no lo entendería, pero él era inteligente y yo suponía que al final terminaría acertando.

Dejé todo listo para la llegada de Nam, por lo que al escuchar la puerta ser abierta no me sorprendí. NamJoon siempre llegaba puntual y en esta ocasión no fue la excepción.