Capítulo 42

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El silencio que hubo fue demasiado largo entre los dos, Kagome le curó el golpe de la cara con cuidado y él en ningún momento se quejó, sin embargo tenía un nudo en la garganta de palabras sin sentido, de disculpas sin conexión y sentimientos mezclados de lo que le pasaba ¿Lo habría perdonado? La pregunta lo atormentaba puesto que ella no le dio una respuesta concisa y clara…

Kagome: Ya está…

Su voz lo hizo salir del trance en el que estaba, sus ojos perdidos en su cabello oscuro se concentraron entonces en sus ojos azules, sin poder mantenerlos mucho tiempo porque luego se fijaron en el suelo sin poder verla a la cara nuevamente.

Bankotsu: Kagome…

Kagome: Ya puedes irte, el golpe se ve mejor *Le puso un espejo en la cara* Prácticamente ya no se nota nada.

Bankotsu se vio al espejo y era verdad, sin embargo poco le importaba eso porque apartó el espejo de su cara tomando su muñeca y ella se tensó.

Bankotsu: ¿Por qué me ayudaste?

Kagome: Me dan asco las heridas *Dijo fría* Si te voy a estar viendo, no quería verte así.

Bankotsu: ¿Segura que es por eso?

Kagome: Si *Firme* Y ahora ya vete antes que alguien sepa que estuviste aquí.

Bankotsu bajó la mirada nuevamente y la soltó, ella lo veía con seriedad, pero en el fondo le dolió que él no insistiera en quedarse allí cuando dejó su asiento en la cama y se puso de pie hacia la puerta.

Bankotsu: Lo lamento *Dijo mientras salía* Solo lo dije sin pensar por la cólera… tú jamás podrías ser… eso.

Ella le dirigió entonces una mirada tenaz con profundo odio pero no dijo nada y se limitó a cruzar los brazos, sin embargo sonrió.

Kagome: ¿Podemos vernos a las 6 en la fuente? Tu primo Hiten tendrá una degustación de curri allí.

Bankotsu se giró para verla extrañado y con una pizca de brillo en los ojos, pero ella derrumbó sus ilusiones de inmediato.

Kagome: No pienses ninguna idiotez, mis amigas y tus hermanos irán.

Bankotsu: *Sonrió* Allí estaré… y gracias.

Kagome: Solo vete.

Se giró para buscar otra ropa que ponerse mientras Bankotsu se iba y cerraba la puerta, cuando se vio sola por fin, sonrió, no sabría la reacción que Bankotsu tendría, pero su invitación a la fuente solo era para presenciar cómo el mundo de Kikyou se derrumbaba, se rió por lo bajo y se cambió de ropa, pero no pasó mucho tiempo sola cuando sus amigas se metieron sin aviso al dormitorio.

Sango: Hasta que por fin apareces.

Yura: Bankotsu nos tiene hartas con su preguntadera.

Sango: Mejor ve y de una vez ponlo en su lugar.

Yura: ¿Por que tan sexy?

Le pregunto emocionada cuando vio su manera de vestir, un short color vino, con una camisa negra y botines del mismo color era lo que había decidido ponerse.

Sango: Se supone que es un evento típico, no un putero *Se rió*

Kagome: Para los de primero, para nosotros no *Rió* Y mejor vayanse arreglando porque hoy se desatará el infierno *Ellas se vieron entre si*

Yura: ¿De que hablas?

Kagome: ¿Los hermanos de Bankotsu irán verdad?

Sango: Asumiría que sí *Alzó una ceja* ¿Por qué? Hace tiempo que te distanciaste de ellos…

Pobre Chica RicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora