Camino Del Destino

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Desde el día en que conoció a Nuray, Dominic Walsh había sentido una conexión especial con ella, la consideraba parte de su familia, y aunque las decisiones que ella había tomado los había separado hace algunos años, él jamás se olvidó de su amiga.

Ahora Dominic se había convertido en Teniente, sus responsabilidades dentro de la Infinity habían aumentado y de hecho ahora no pasaban por el mejor momento, él corría de arriba a abajo después de haber escuchado el mensaje que hacía eco por todo el supercarguero:

*Ruptura del desliespacio, protocolo de emergencia SS-07 activado,
repito: preparados para múltiples saltos dentro del desliespacio*

Por lo que sabía el Teniente Walsh ahora huían de las IA que se servían a Cortana, información que había obtenido directamente del Capitán Lasky, no podían quedarse mucho tiempo en un solo sitio, pero gracias a Roland y a que no había sido corrompido por esta nueva orda de conminación, pudieron recibir información mediante breves mensajes con la Dra. Catherine Halsey.

Debido a su increíble capacidad para acceder y manipular artefactos Forerunner, Lasky sabía que necesitarían a la doctora y gastaría todos sus recursos de ser necesario con tal de cumplir su misión prioritaria, recuperarla a ella, al Jefe Maestro y al resto de los Spartan que se encontraban en Sanghelios, y es ahí a donde se dirigían.

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NUUSRA, Sanghelios, 2558

La negrura de la noche se había apoderado hasta del más pequeño rincón del planeta, aquellas palabras habían resonando por toda la galaxia y por supuesto que los sangheilis eran lo suficientemente testarudos y orgullosos como para rendirse ante cualquier amenaza, así que si estaban condenados a vivir un cólera con tal de no denigrarse, lo harían.

Lo único que le daba un poco de vida a los yermos territorios de Nuusra eran los escombros incendiandose y las fogatas establecidas en el campamento del Inquisidor, quien por fin después de casi media década, había prevalecido sobre el Covenant, finalmente una a una las cabezas de la serpiente habían caído y su espada se alzó victoriosa.

En medio de la densa oscuridad y el pesado silencio, el sonido de una nave los había alertado, y Thel 'Vadam en compañía un par de elites más, de la Comandante Palmer y de la arrogante doctora, salieron de la carpa en búsqueda del origen del inusual sonido dado que la tecnología en aquel momento había sido prácticamente anulada por completo debido al Guardian que se había situado cerca de Sanghelios.

Fue reconfortante para todos darse cuenta de que se trataba del equipo de spartans Osiris y del mismísimo Jefe Maestro.

Dentro de todo el caos al menos había algo que celebrar, aquella victoria que regresó la libertad a Sanghelios, al menos hablando en cuestión al Covenant, pero en la cual los humanos habían participado también.

El Inquisidor insistió en que sus aliados descansaran y los acompañaran en un pequeño banquete de celebración, además resultaba bueno ver un rostro humano conocido, en realidad no podía evitar sentir cierto orgullo al recordar como ambos, Demonio y Elite, en el pasado habían podido dejar de lado sus diferencias para vencer la amenaza que los Profetas y los Flood habían puesto sobre todos los seres vivientes.

Era verdad que sentía un gran respeto por 117 y era de suponerse que viceversa, y fueron exactamente todos esos factores juntos los que motivaron a Thel 'Vadam a ofrecer su apoyo y colaboración ante la reciente amenaza de "Los Creados". Algunas horas habían sido suficientes para ponerse al día, y para el Inquisidor no fue difícil comprender la relación que existía entre toda aquella situación entre la IA humana con los Forerunner. Mientras conversaba con el Spartan 117 pensó en cómo la tecnología de aquella civilización tan avanzada parecía cada vez más sorprendente y debía admitir que también difícil de comprender, aunque sin querer eso le regresó a su mente a la única persona que conoció con un lazo tan estrecho con los Forerunner.

-Me disculpo por esta situación-, John habló mientras retiraba su casco para recibir un poco de aire sobre su rostro.

-No hay necesidad de disculparse, la guerra es inevitable, sin embargo no se trata de una guerra injusta-.

Él y el Jefe Maestro se encontraban de pie junto al fuego, chispas rojizas flotaban con la brisa, y el olor a la carne chamuscada de colo y kuscatu que los sangheilis preparaban, viajaba a través del viento.

El Inquisidor inhaló profundamente y miró en el cielo a Suban, que era el astro más prominente y la fuente de luz más grande en el firmamento de Sanghelios. -En el pasado conocí a alguien que probablemente hubiese sido de ayuda para ti Spartan, alguien cuyas habilidades estaban estrechamente relacionadas con tecnología Forerunner-.

John consiguió percibir un toque de añoranza en las palabras de su aliado, sin embargo no iba a inmiscuirse en temas que quizás eran personales, pero se sintió completamente intrigado por sus palabras, -Cualquier apoyo nos vendría bien ahora, y sí es como dices, quizás podría trabajar con la Doctora Halsey, ¿sabes donde está?, ¿Dónde podemos encontrarlo o como contactarlo?-.

-Por desgracia...- 'Vadam dirigió su mirada hacia el Jefe y lanzó una negativa con la cabeza, -No se dónde está ella-,sus ojos ámbar se posaron sobre la fogata más cercana, -Ni siquiera puedo asegurar si sigue con vida o no-.

Preguntar sobre la vida de los demás era algo que John no acostumbraba hacer, mucho menos si con quien estaba conversando eran un sangheili, pero por la expresión que pudo interpretar del Inquisidor, supuso que de quien sea que estuviese hablando había sido importante para él, -¿Crees crees que pueda seguir viva?, si tienes al menos una ligera sospecha de que es así, entonces la encontraremos... Lo que sea o quien sea que pueda ser capaz de cooperar para acabar con esto, lo necesitaremos-.

Thel meditó por un segundo si debía hablar acerca de las dagas, pero pensó que si lo hacía probablemente la doctora querría obtener la única que él mantenía guardada, confiaba en el Jefe Maestro pero no podía decir lo mismo del resto de los humanos que se involucraran y pusieran sus manos sobre el arma, así que decidió guardar esa información por el momento, -La determinación era una sus cualidades, aunque hubiese sobrevivido la posibilidad de encontrarla sería muy baja, más aún bajo las condiciones en que el Universo se encuentra ahora-.

El Jefe se puso de vuelta el casco, lo aseguró y miró al sangueili, -Una posibilidad, por más pequeña que sea sigue siendo una posibilidad, quizás algún día...-.

El Inquisidor apretó las mandíbulas en señal de aprobación, -Eres obstinado Spartan, pero tienes razón, aún es una posibilidad-.

Las horas pasaron y pronto llegó el alba y con esta la despedida, Osiris, el equipo Azul, Palmer y Halsey tomaron el Pelican en que los spartans habían conseguido regresar a Sanghelios y se elevaron en dirección a la Infinity, que había conseguido llegar hasta ahí en un movimiento rápido con ayuda Roland.

Como palabras finales el Inquisidor había recalcado su apoyo a 117, pero ahora se encontraba ocupado pensando en cómo estabilizar Sanghelios después del fin de la guerra civil y de la anulación casi total de su tecnología. Debido a la obvia Distracción de Thel en esos asuntos no se percató en absoluto que, bajo el cuero del cinturón de armas que llevaba, de la daga que en algún momento estuvo en manos de Nuray, una muy tenue y débil luz azulada había emergido por unos cuantos segundos.

HALO: DUST AND ECHOES (Español) Where stories live. Discover now