➴ 圣诞节 ⌇ ¿Deseas un regalo? ¡Aquí tengo uno para ti! Felices seamos y dulces comamos, que esta navidad todos nos queramos, ¡feliz koovidad!
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⠀ ﾟ･｡⠀temática de amigo secreto¡!. °
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El cielo se embadurnaba del pronto descanso solar, siendo el color morado y toques casi perdidos de naranja y rosa entre horizontes incontables; el viento soplando fríamente, pero en calma, moviendo las bulliciosas hojas árboles en sintonía al ajetreo de la carretera que delimitaba al campus. La tarde pronto pasaría a la noche y pocos estudiantes transitaban a paso cansino, siendo alumbrados por las farolas colocadas como contorno de pasarela en cada camino hacia las salidas.
Los jardines que embelesaban la plaza del campus vestían entre sus arbustos y áreas verdes varias luces de colores varios y añadían hospitalidad a las estatuas que representaban el espíritu de la institución. La pantalla fuera del edificio de cristales oscuros enseñaba nuevamente mensajes contra el acoso, la cafetería conjunta a la tienda de artículos estaba casi desolada y se veía hundida entre las luces que combinaban con la madera de sus paredes e inmobiliario. Al lado, el imponente edificio azulado de dos pisos cuya primera planta albergaba computadoras, salas de estudio y sillones; en tanto, el segundo piso albergaba miles de estanterías de libros, cada pasillo teniendo una clasificación distinta.
Namjoon veía su celular ansioso. En la pequeña mesa frente a él estaban dos vasos perfectamente cerrados y una pequeña columna de libros que tomó en su espera y por mero gusto. Internamente agradecía que ya no hubiera nadie más allí (exceptuando al hombre encargado de controlar los préstamos y devoluciones, así como a los trabajadores del pequeño café allí dentro).
Alzó la vista cuando escuchó el arrastre de las puertas automáticas al abrirse, viendo a su Omega entrar y buscándole con ojos trépidos. Se levantó y caminó hacia el castaño, sonriendo en grande y marcando sus hoyuelos en cuanto el contrario le miró, apresurando su paso para llegar con él.
Se saludaron con un piquito en los labios y un abrazo que le permitió inundarse de sus aromas, sintiendo la mezcla de templado cedro que expedía el Alfa y la relajante lavanda que poseía el Omega. Al separarse, un par de pasos los guiaron a los cómodos asientos naranjas que no se unían gracias a la mesita blanca, donde Jungkook pudo detectar el olor del chocolate caliente.
Tomó su lugar y, tras agradecer el detalle de Namjoon, comenzó a ponerse al día después de una semana en la que simplemente intercambiaron mensajes de buenos días y palabras de arrullo nocturno. Las vacaciones estaban finalmente frente a ellos, por lo que ya no habría necesidad de estar separados, además de que los padres del Omega le dieron el permiso para estar en el departamento del Alfa.
Las bebidas se acabaron y tuvieron que abandonar su placentera plática, la hora de cierre estaba más cerca.
Tomados de la mano, se encaminaban hacia el estacionamiento, viendo todo el panorama de lo que era solamente la plaza de la universidad. Pasaron entre los edificios blancos que albergaban laboratorios, salones de música y herramientas de realidad virtual y animación. Maravillados por el techo de cristal (el cual unía a las dos construcciones) que reflejaba los pocos lunares blancos que comenzaban a aparecer lejanamente sobre ellos, tiernamente alumbrando.
El pasillo blanco se esfumó y llegaron a donde el mayor había dejado su auto. Namjoon abrió la cajuela, procediendo a meter tanto las mochilas como la pila de libros que sostenía Jungkook por pedido suyo en ese instante.
Posteriormente, el Alfa se encargó de relajar a Jungkook con un beso más profundo que el de momentos antes, pegándolo al auto mientras tímidamente correspondía y ronroneaba encariñado. De no haber sido por el tránsito cercano de uno de los guardias, habrían continuado unos minutos más. Sonrojados, entraron al coche, el Omega sintiendo bonito en cuanto captó la esencia de su novio rodeándole vertiginosamente. Finalmente, abandonaron la escuela.
Se tomaban de la mano, mientras que con precaución corría el automóvil por la autopista, siendo una laguna entre el paraíso de luces urbanas que se extendía en cada rincón de la ciudad, yendo camino a casa al igual que los rayos perdidos entre el violáceo cielo de diciembre.
