Peter Parker, Pasivo estrella.

El albañil de la esquina (Spideypool)

(Wade x Peter)

Peter Parker era un universitario muy cumplido, responsable, inteligente, pero sobre todo tímido.

Razón por la cual se le dificultaba demasiado el relacionarse con personas, de cualquier edad, y se incomodaba con facilidad ante cualquier muestra de afecto pues no estaba acostumbrado a estas.

No entendía como aún así logró conseguir amigos, aunque solo eran dos, Ned y MJ.
Sentía que para él era un logro alcanzado en el juego llamado socialización.

La mayor parte del tiempo, después de sus clases se iba caminando hasta su casa pues le relajaba un poco los nervios de la Universidad el caminar y despejar un poco su mente, pero aveces su tía May iba por el en su auto.

Pero últimamente al regresar caminando, se le dificultaba un poco el poder relajarse con todo el ruido que se escuchaba, al parecer estaban construyendo un nuevo almacén o quien sabe que cosa en la esquina del vecindario en donde este vivía.

Así que al pasar por ahí se frustraba y terminaba llegando enojado a su casa.

Y hoy era otro de esos días en los que sabía que tendría que soportar aquellos estresantes ruidos.

Se despidió de sus amigos, y emprendió camino hacia su hogar, para su suerte esta vez no había tanto ruido.

Aprovechó para comprarse unas galletas y observó como la construcción comenzaba a tomar forma.

-Tanta curva y yo sin frenos-exclamó una voz masculina-.

Peter observó de dónde provenía aquella voz, y vio a uno de los albañiles de la construcción el cual lo estaba mirando fijo y este al notar la mirada del chico le silbó provocativamente.

Peter se quedó estático analizando la situación, y al darse cuenta que un albañil le había lanzado un piropo de la forma más descarada, se sonrojó completamente, y salió huyendo de ahí y alcanzando a ver cómo el hombre mayor se reía con su reacción.

Llego a casa aun con el sonrojo plasmado en su rostro.

¿Qué rayos había sido eso?

Los días siguientes fueron lo mismo.

Pasaba por ahí y el mismo albañil le lanzaba piropos descarados y Peter solo huía de ahí avergonzado.

Martes: Quien fuera perro pa culiarte en la calle.

Miércoles: Quien fuera el sol, para darte todo el día.

Jueves: Uy cielo que está pasando, se les están cayendo los Ángeles.

Todos los que pasaban por ahí se reían de las palabras del mayor y de cómo Peter intentaba desaparecer pero le era inútil, pues la vergüenza se le notaba a Kilómetros.

Llegó el viernes y otra vez la vergüenza atacaba a Peter, aún no había pasado por el lado de la construcción y ya sentía pánico.

Se acercó con cautela y por fin obtuvo una visión mas detallada de aquel tipo que le lanzaba piropos.

Era rubio, y fornido, no tenía puesta su camiseta y eso alteró más a Peter, sonrojándolo, además, las gotas de sudor bajando por su abdomen bien marcado no estaban ayudando.

Intentó recomponerse para no tener problemas con sus hormonas en descontrol, y pasó por el lugar y lo escuchó otra vez.

-¡Con ese culo tan bonito deberías cagar bombones!

Peter lo volteó a ver, y este le guiñó un ojo, Peter se sonrojo y luego bajó un poco su mirada al torso desnudo del hombre, para incrementar sus nervios y sonrojarse más si eso era posible.