—Apresúrate Beck—decía Peter entrando al apartamento del mayor—.
Ambos habían sido invitados a una "Fiesta de disfraces" en Stark Industries, mucha gente estaría ahí, inclusive los vengadores, todos ellos vestidos con algún disfraz.
Beck y Peter recién habían llegado de comprar sus disfraces, ninguno de los dos sabía lo que el otro se pondría y ambos estaban ansiosos de ver lo que cada uno se pondría.
—Bien yo me cambio en el baño y tú en la habitación y al mismo tiempo mostramos nuestros disfraces ¿Te parece?—preguntó Peter emocionado—.
Peter parecía muy entusiasmado con la idea de disfrazarse y a Beck se le hacía bastante tierno ver la alegría en sus ojos—Claro... está bien cariño—.
Peter sonrió y fue rápidamente al baño y cerró con llave.
Beck por su parte, tomó su bolsa y se encerró en el cuarto.
Con cuidado sacaba las prendas, que en realidad no eran muchas pero sin embargo le gustaban.
Lentamente comenzó a retirar cada prenda que llevaba puesta quedando en ropa interior, se vió en el gigantesco espejo contemplado su fornido y atractivo cuerpo.
De la bolsa sacó los pequeños shorts que había comprado, demasiado cortos a lo que acostumbraba usar, se los puso y notó como realizaban sus muslos y piernas de una manera increíble, su plan era enloquecer de una manera sútil a Peter.
Sacó la pequeña pañoleta y la amarró a su cuello, no tenía planeado llevar alguna prenda en su torso, le gustaba así, desnudo, dando a relucir su poca cantidad de vello y lo bien trabajado de su abdomen, bueno quizá un poco descuidado pero no le importaba, con que a Peter le gustara era suficiente.
Tomó las botas vaqueras y las colocó viendo como estaba tomando forma su disfraz, ya solo le quedaba el elemento más importante.
El sombrero.
Hace tiempo había comprado un sombrero vaquero que nunca usó y que por suerte Peter no sabe de su existencia.
Se lo puso y su disfraz estaba listo, un vaquero con el pecho al aire y mini shorts, con un rostro dominante junto a una barba bastante atractiva.
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Peter por su parte sacó de su misteriosa bolsa aquel traje de latex de una sola pieza que llegaba hasta más arriba de las rodillas.
Con cuidado lo colocó en su delgado cuerpo que se adaptaba a la perfección al traje. Se vio al espejo y sonrió al ver como su trasero lucía tan apretado en el latex, quería provocar a Beck, ese era su objetivo y más obvio no pudo ser.
Ahora de la otra bolsa sacó unas botas negras brillantes que quedaban perfectas con el traje de látex, sonrió orgulloso al verse al espejo, se sentía seguro de sí mismo, esta noche se iba a divertir.
