Día 9

579 38 0
                                    

Saliendo pasando tiempo con amigos.

Milo estaba molesto y Camus estaba feliz, se preguntarán el porque, bueno esa respuesta tenía  nombre y no era ni más ni menos que Hyoga de Cisne.

Milo no lo odiaba lo respetaba y mucho pero no por eso tenía que venir y quitarle a su pelirrojo no unas horas sino todo un día, que sí era su descendiente pero porque tenía que sonreirse tanto entre ellos porque Camus se veía tan alegre con ese niño no tan niño. 

Milo más que celoso estaba dolido, el hacía hasta lo imposible por hacer sonreír a Camus en cada acción dejaba su corazoncito y alma, pero viene este adolescente y hace sonreír tan fácil a su refrigerador con patas, se sentía dolido y al parecer Aioria lo notó y se le ocurrió una idea a ese gran gato.

—Intentaré amenazar al ave esa y tu lo protegerás y yo te atacare porque odio que me busquen pelea. —Le susurró leo a escorpio, apenas termino el león el Escorpión asintió y el plan comenzó.

—Hyoga de cisne, donde esta Seiya tan fuerte es que querías venir a superarlo, para eso debes ganarme en batalla, si mueres no me hago responsable, eres débil pajarito.

—¿Aioria que haces, Marín no debería estar contigo? Estaba ocupado planeando ciertos asuntos y vienes a amenazar a el discípulo de mí Camus.

—Cállate escorpio rubio que mi amenaza no es contigo.

Milo abrazo con fuerza a Hyoga y Camus hizo lo mismo, de esa manera Milo aprovechó para abrazar a Camus y el realmente no quería lastimar a Aioria pero ver como ese niño se aferraba al pecho de Camus le hizo sacar su aguja Escarlata y Aioria con ganas de jugar al ver como Camus tenía hielo en una de sus manos lanzó un ligthning plasma que Milo recibió y de verdad le lastimó de gravedad, un asustado Aioria se acercó a él y Milo se agarró con firmeza a sus brazos con voz débil le dijo.

—Buen golpe Aioria a la próxima no me tomes desprevenido, anda sigue jugando con Marín. —Aioria soltó la carcajada y Milo también, el león le entregó el cuerpo casi inerte de Milo a Camus y lo cargó al estilo princesa y sonrió con malicia y se fue no sin antes decir.

—Cuidado Acuario por más que amé a Marín, Milo primero fue mi amigo y Hyoga no te metas en una relación que Andrómeda te puede dejar. —Se retiró riendo y un molesto Camus corrió a su templo y con suma delicadeza acostó a Milo en su cama quitando parte por parte su armadura, observando con horror esos cortes poco profundos pero no por eso dolorosos.

—Refrigerador con patas uno y dos, tranquilos estoy bien, no por estar sangrando voy a morirme, Hyoga perdóname vuelve a casa que ya es tarde y no quiero que te pasé algo. —Él rubio menor asintió y fue al templo del patriarca para pedirle que le dijera como irse de nuevo a Japón y eso hizo el borrego mayor.

Por mientras con Milo y Camus.

—Milo, porque eres tan imprudente algo pudo haberte pasado, pudiste haber muerto.

—Pero no lo hice, tranquilo Aioria y yo siempre jugamos así.

—Le prohíbo volver a jugar con ese gato de esa manera.

—Lo haré si tú me incluyes en tus entrenamientos con el cisne.

—Espera estabas celoso de un niño.

—Sí, tú eres de mi propiedad y no puedes y por el mundo ignorándome.

—Hay Milo te amo tanto que por ti soy capaz de hasta lo imposible.

—La próxima vez que pasemos tiempo con amigos, por favor tómame en cuenta.

—No lo dudes, Milo.

Estos dos muy felices estuvieron el resto del día juntos, Camus cuidó de las heridas de Milo y besó cada una de esas heridas y le dio mimos hasta el cansancio porque es bueno estar con tus amigos y divertirse un rato, pero es aun mejor pasar tiempo con tu novio, porque con él nada haz de aparentar.

30 días con Camus y Milo. (TERMINADA)Where stories live. Discover now