Declaración

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Quería hacer un capítulo de mas de 2000 palabras pero no me salió, meper 🍩🍩?
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El pecador y el ángel caminaban hacia la casa del último mencionado. El pecador tarareaba mientras el ángel le escuchaba, si que tenía una voz demasiado hermosa a sus oídos, quería escucharle cantar desde la primera vez que le miró, pero no se había atrevido a pedírselo, tampoco tenía la oportunidad. El pecador caminaba con las manos en la espalda como era común en él mientras seguía su pequeño tarareo.

¿Por qué solo tarareas? —Preguntó repentinamente el ángel.

¿Qué?—Detuvo su tarareo para prestarle atención al rubio.

—La primera vez que te vi estabas tarareando, y... —El pecador le miró atentamente con esos grandes ojos cafés y su sonrisa neutral. —... Quería escucharte cantar... —Confesó avergonzado, el pecador movió ligeramente su cabeza sonriendo un poco más. —Perdón, suena algo tonto. —Río nerviosamente.

La voz del castaño se escuchó resonando el los oídos de Luzbel.
El pecador cantaba ligeramente mientras caminaba sin mirar al rubio. Era una canción que había estado sonando en la radio hace unas semanas, "You're never fully dressed without a smile", la canción le quedaba perfecta al castaño.

Luzbel sonrió inconscientemente mirando las facciones que hacia el pecador al cantar sin dejar de concentrase en el camino, sin duda alguna, la voz de Alastor al cantar era justo como el ángel imaginó, sumamente hermosa.

Cuando menos lo esperaron, por fin habían llegado al lugar donde se quedaba el mayor.

Gracias por acompañarme. —Agradeció Luzbel amablemente una vez frente a la puerta.

No hay de qué. —Respondió el castaño cortésmente.

Una vez se despidieron, Alastor se fue dejando al ángel solo. Este sacó sus alas para verse al espejo, y al notar como una pluma caía una pequeña lágrima se le resbaló, era hora de cambiar las vendas y por surte había aprendido a hacerlo solo.

Se quitó la parte superior de su traje dejando a sus alas más libertad, ya podía notar un poco de hueso y eso comenzaba a preocuparle. Tomo las vendas que estaban en un cajón y comenzó a vendarse asegurándose de limpiar primero la sangre.
Un poco antes de terminar, escucho el ruido de la puerta tocar, se apresuró y fue a abrir la puerta escondiendo sus alas.

Abrió encontrándose con Alastor de nuevo, quedó algo confundido pero antes de preguntar que hacía ahí, recordó que no se había puesto aun su camiseta. Al parecer el castaño notó esto pues el color de su cara de pronto cambio a rojo, Luzbel cerró rápidamente la puerta, tomó su camiseta y se la puso para volver a abrir la puerta, y antes de que el ángel dijera algo, Alastor habló.

Antes que digas cualquier cosa. —Trató de calmar su rubor mientras hablaba. —Olvidé mis llaves en la casa de Husk... Y bueno... —Rascó su nuca nerviosamente. —N-No puedo regresar e ir a mi cabaña, y-yo vivo en medio del bosque. —Luzbel sonrió tiernamente.

¿Te da miedo? —Dijo sin pensarlo mucho, salió como un reflejo.

Obviamente no me da miedo, pero no puedo ir por ahí de noche. —Se defendió.— Corro peligro, podrían asaltarme o algo.

мι dυlce pecado|//AppleRadio (Cancelada)Where stories live. Discover now