León

31 3 2
                                    

No me preguntes cómo lo sé, las respuestas flotan en el aire y se sacuden al viento. Mi respiración al tiempo.

Un segundo. Otra respiración.

Los puntos se conectan cuál juego de ajedrez mágico, volviendo la pieza tu reina y el rey será mi numen.

El invierno aparece en tus pesares, y el triángulo suena; titilar hermoso viniendo de sus labios.
Los leones cantan y bailan al sonar de nuestras voces, juntas por los pequeños puntos.

El muñeco de felpa, Rosa y púrpura, hace que mi corazón palpite en tus manos, y se derrite por tu cálida mirada.

Palabras comunes y mundanas. Adjetivos pintados en mi cabeza, adverbios que cuentan tiempo.

Alma desglosada por Zeus; dos rostros, una sola alma tan pura como copo de nieve.
Eres como las estrellas, que ríen con dulzura y yo les presto atención gustosa, llenas de historias que sólo la reina escucha.

La sangre no conecta nuestra vida. Pero el viento hace sonar el triángulo; el león canta la nana antes de dormir, el muñeco me mira con esperanza, mientras las estrellas sonríen toda la noche. Y con tu voz, se apacigua mi tormenta.

El valenciano más hermoso, más vivo y cómo tocas el cielo con las manos.

Sigo aquí, por ti.

« Mundos distintos y amarillos » POEMARIOWo Geschichten leben. Entdecke jetzt