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Habían pasado meses desde ese día.

Se encontraban en la casa del alfa, tratando de terminar su tarea aunque era muy difícil, ya que cierto omega no quería escribir.

Se encontraba jugando con la mascota de Sing, Lao que no era cariñoso con nadie (Excepto Sing), dejaba que Griffin lo acariciará solamente porque era el amigo de su amo, aunque seguía gruñiendo molesto.

-Lao es como nuestro hijo- dijo de respeten él omega.

Él alfa e incluso el perro, lo vieron sorprendidos.

-Lao ya es un perro adulto y a veces parece más mi padre que mi mascota, es imposible verlo como un hijo.

Cómo si el perro entendiera lo que dijo Sing, ladro y se sentó al lado del alfa.

-¿Y si adoptamos uno?- se sentó al otro lado de Sing, tomando su brazo.

-Somos menores y no podemos, ¿Cómo lo cuidariamos?.

Él omega se puso a pensar, un perro a pesar de que lo tratarán como un hijo, no era humano, no lo podían cambiar de casa siempre.

-Ya se, ¿Y si se queda conmigo y tú vienes a visitarlo? Cómo una pareja de divorciados- tomo él brazo del alfa y lo agitó emocionado.

-Debés hablarlo con tus padres primero, quizás no quieran tener una mascota.

-Ah mamá le gustaría tener una mascota y si papá no quiere, mamá sabrá que hacer con él- siguió agitando su brazo aún con más fuerza.

Suspiro resignado, si le decía que no, probablemente se pondría a llorar (fingiendo obviamente) para que su madre lo castigue por hacer llorar a su sobrino favorito.

O también, se enojaría con él y lo ignoraria todo el mes hasta que acepte o pida perdón.

Aunque también podía ser bueno para él, Lao creció junto a él, desde que tenía 7 años y no pudo criarlo como quería, ya que sus padres se encargaron de que fuera un perro bien portado.

Miro a su amigó y por un segundo pensó que le salían estrellas de los ojos de la emoción que tenía ahora mismo.

-Está bien, habla con tus padres para ver si te dejan.

Él menor lanzo un grito de la emoción y lo abrazo fuerte.

-¡Eres él mejor! ¡Te quiero mucho!- del impulso, ambos cayeron y él mayor tuvo el impulso de tomar la cintura del menor.

Ahora ambos estaban en el suelo, abrazados, él omega con los brazos en el cuello del alfa y él alfa con las manos en la cintura del menor.

Uno muy feliz y otro con muchas emociones acumuladas.

¿Amigos? (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora