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— ¡Midoriya t-te quiero!

Un joven de cabellos azules, se encontraba diciendo esas palabras, al frente de él un chico con la mirada al parecer penosa por lo que iba a hacer.

— Lo siento Lida-kun, no me gustas lo lamento –lo dijo a secas mientras hacia una pequeña reverencia– pero espero que esto no afecte nuestra amistad –decía este con una sonrisa.

— ... ¿Estas hablando en serio? Después de todo lo que pasó o lo que...hicimos?

El peliazul aún recuerda el día de la fiesta de Mina, todos habían asistido, incluyendolos.

El evento fue muy caótico, botellas vacías regadas por el suelo, personas bailando y cantando fuertemente junto a la música, se les notaba lo ebrio que estaban.

Ambos se encontraban con Uraraka su mejor amiga, los tres eran inseparables, o bueno eso fue hasta que la chica decidió ir por más bebidas. Kaminari se les acercó dándoles a ambos un vaso con un líquido amarillento, demasiado sospechoso a decir verdad.

— ¿No es demasiado raro esto?

— Mmm No lo creo, parece limonada. Además, ¿qué puede pasar?

Y sin más pues lo bebieron, luego de eso ocurrieron varios sucesos extraños no sabía cuando Midoriya le había agarrado la mano llevandolo al segundo piso, este lo arrastró hacia dentro de una habitación mientras le hechaba seguro a la puerta.

Tal vez era culpa del alcohol o solo era que no eran conscientes de que ahora se encontraban sus cuerpos y labios unidos sobre la inmensa cama que ocupaba casi la mitad de la habitación, a decir verdad los gemidos que producía el más bajo era por así decirlo excitante para el peliazul de eso no había duda.

Al día siguiente este se levantó adormilado mientras se dirigia al baño este se acordó de lo que había pasado el día anterior. Rápidamente se dirigió a la habitación, el menor estaba despierto y se encontraba colocándose sus prendas, este notó varios chupetones y mordidas desde su cuello hasta la parte baja de su espalda, claro que sin contar los de sus delgados brazos.

— M-Midoriya yo...

— Um oh hola Lida-kun! –le saludo tranquilamente el chico.

— ¡Lo siento mucho! ¡Estuvo muy mal hacer esto! –este sentía mal por lo que le había hecho a su mejor amigo– ¡Perdóname!

— Jeje tranquilo, no fue tu culpa. –este se estaba terminando ya de cambiar, aunque no lo pareciera quería irse de ahí cuanto antes, no es que odiara a Lida, pero quería evitar hablar sobre lo que pasó.

Lida estaba avergonzado de sí mismo, aunque no era sólo por lo sucedido, sino también porque se dió cuenta de que Midoriya tenía un cuerpo delgado y en conjunto con las marcas dejadas por él lo hacía lucir bien y lindo, en serio que estaba mal de la cabeza por pensar eso de su amigo.

— Nos vemos Lida.

El peliverde se retiro dejando a un confundido chico, que estaba con una batalla mental sobre lo que pensaba acerca del peliverde.

Al pasar de los días este fue de poco a poco observando a Midoriya de una manera diferente, Lida hacia lo posible por hacerlo reír, le encantaba su sonrisa era... Especial y algo tierna, esto no pasó desapercibo a la vista del peliverde, era muy notorio gracias a los sonrojo del peliazul.

— Que molestia –decía mientras suspiraba.

Y así llegamos a la parte donde Lida estaba siendo rechazado.

— Mira Lida-kun no quiero hacerte ilusiones, pero eso no significó nada para mi sinceramente –hablo este con un tono serio.

— ¿Por qué dices eso?

— Es que no estoy interesado en tener una relación ahora.

— ¿Estas hablando en serio?

— Lida –ya le estaba hartando a este las preguntas del contrario– No me gustas y punto ok?

— No sentiste siquiera algo?

— Lida-kun... Hace tiempo que deje de saber el como es estar enamorado –dijo con una cara de tristeza– no hagas esto más difícil, es mejor que nos quedemos solo como amigos...

—... Bien Midoriya, dejaré de insistir.

Respetaba lo que le había dicho le dolio tener que rendirse así tan fácilmente, pero el peliverde le había dejado en claro de que a él no le interesaba, bueno talvez lo único que rescato de todo eso es que al parecer le gustaba los hombres.

Lida se retiro sin decir más, se oían sollozos... Era Midoriya, este se encontraba en posición fetal sobre el pasto que estaba cerca de un manzano. La verdad no es que no quisiera estar con él, lo intentaría con gusto, pero los errores del pasado lo persiguen así también cuando de ellos aprendió que el amor es solo una ilusión más, por lo que nunca volvería a caer en eso.

N0TAS:

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JAJA aquí vengo otra historia cuando ni actualice las demás xd.

-El amor es una ilusión más-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora