Algo en común

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São Paulo, Brasil - 17:09

Thayle avanza a duras penas entre aquella muchedumbre. Pronto será la hora acordada.

Se escabulle entre la gente, diciendo algunas frases de cortesía. Aunque su lengua materna es el español, igual pasa desapercibida. Se sabe defender muy bien en portugués; y ese fue motivo suficiente para emigrar a aquella tierra de ensueño donde predomina la Samba.

Ella llega a su destino. Duda si lo va a encontrar ahí.

Vuelve a mirar la hora; cada vez, con más ansiedad y más desaliento. El minutero parece avanzar tan rápido y él, tan lento. Trata de pensar en un chiste, pues de afrontar una decepción, solo le va a quedar reírse.

- Los hispanohablantes se sorprenden cuando aquí la letra Q tiene otro significado -se ríe.

Su risa no dura mucho. Se levanta. Se sienta. Mira alrededor. Espera unos cuantos minutos más, hasta que lo ve llegar corriendo por el otro lado de la calle. En sus manos, trae un gran ramo de flores.

Ella respira de alivio. Sus latidos cardíacos vuelven a la normalidad. 

Tomados del brazo como dos niños, ambos funden sus miradas. El amor que los había unido desde la primera vez que se conocieron aún seguía vigente. Él le da el ramo de flores y ella, en seguida, entiende que el valor de su vestido valió la pena completamente.


Juncos, Puerto Rico - 15:30

La fiesta de fin de año se aproxima y Jay quiere celebrarla como es debido.

Jay va andando por la calle. A su lado, le hacen compañía casi todas sus amistades. A modo de broma, la más extrovertida ha puesto una canción que es tendencia. En ella, todos los pescadores de su tierra tienen algo de influencia.

Pero ninguno se atreve a preguntar, aunque la letra habla sobre el producto de su labor. Ella y sus amigas no dejan de repetir la palabra "Salmón".

Jay mira, brevemente, la pantalla de su teléfono. Aunque ese mensaje siempre le llega, ella lo sabe apreciar. No es una oferta de la operadora; es alguien que ama de verdad.

- No te vayas a caer de la isla, amor -le escribe, su novio.

Jay hace un tiempo para responderle.

- Gracias por preocuparte. Eres lo más valioso para mí.

Su novio sabe casi todo sobre ella. La conoció por chat, siendo amorosa. Y en persona, resultó ser gritona, pero buena persona. Ambos se complementaron con los años, pues descubrieron que estar juntos les hacía bien. Y a pesar de todas las tentaciones del mundo, ninguno de ellos fue infiel.

- Recuerda que te amo, mi reina -le envía un audio. Y todo eso es suficiente para que ella deje su rabia de lado.

- Eres mejor que un Sempai; eres más que cortés -le dice, haciendo referencia a un ánime japonés.


Piura, Perú - 13:40

Priscila se siente sensible, pues ha discutido con su padre.

Cuando eso sucede, trata de guardar la cordura. Pero cuando esta hace falta, ella solo grita. 

Corre a su refugio, la gran red, donde su desahogo habita. El nombre de Priscila que le fue dado por naturaleza; en ese universo, fue cambiado por "Princesa".

- Soy muy sensible -le dice a aquellos escritores que comparten esos temas. Para disimular su pena, comparte la imagen de Bellota sonriente.

Cientos de mensajes llegan a consolarla; y ella se da cuenta de que no está sola. De hecho, en ese universo, nadie lo está.

Sonríe al mirar la pantalla; pues todo vuelve a ser positivo en esta vida. Incluso, vuelve a recordar la gran ilusión que había tenido ese día. A ella se le cumplió el sueño; o mejor dicho, a los dos.

El día en que se conocieron fue la demostración de su suerte. Las palabras niegan, pero el corazón no miente. Y en poco tiempo se dieron cuenta de que nadie en este mundo había tenido la oportunidad de elegir sus sueños.

Nadie. Excepto ellos.

Priscila se detiene. Abraza su fotografía. Sabe que es cuestión de tiempo para volverse a ver y renovar sus promesas de amor, como la primera vez.


Esmeraldas, Ecuador - 14:00

Jairo aguarda sentado en el sofá.

La reunión con sus amigos acaba de terminar. Aparentemente, le fue bien. Ahora, solo les quedaba analizar los registros de entrada y salida en aquellas conversaciones. Solo así, podrían saber quien era esa chica de las ilusiones.

¿Por qué Jairo se esmeraba en hacer todo eso? Porque a él también lo ayudaron a encontrar su amor. Y es que Jairo, por más extravagante que sea, también tenía su corazón.

Alza los ojos hacia el techo y luego los cierra. Saber que su amor es correspondido, le dibuja una sonrisa de extremo a extremo. Las incursiones con su amada siempre eran sobresalientes; y el día de hoy, también saldría de lo corriente.

Se habían citado durante la transmisión de un Dross-o-rama. Esta vez, iba a ser a las 3 en punto. Que el protagonista transmita a esa hora, era algo muy inusual. Por eso, ambos tomaron ese momento de forma muy especial.

Ambos sabrían que habrían llegado porque la luz verde con su nombre se activaría. No importa que quizás se demore unos minutos. Jairo sabía que la compañera de sus sueños jamás lo decepcionaría.

Dicho y hecho.

La luz verde con su nombre se encendió. Jairo arrastra el cursor hacia su foto de perfil y le da la primera bienvenida. Le dice que es la persona más especial de aquella transmisión.

Al protagonista del show se le cae la mandíbula, pero sabe entender.

Una ventana parpadeante se dibuja sobre la barra de tareas. Mientras Jairo está ocupado con su compañera, está haciendo su investigación. Tras unas ventanas ocultas del navegador tiene los programas corriendo.

Por nombre y apellidos; por IP de conocido, el perfil de Yvette ha logrado encontrar. El programa le dice que ella estuvo activa hace algunos minutos. Su ausencia en el grupo no era por falta de conexión.

Jairo se prepara. Como el exagerado que es, se pone unos guantes. Solo debe presionar un botón para saber más de ella.

Ventanas grises, ventanas verdesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora