❌ PROHIBIDO❌→JENLISA→ G!P

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La mejor parte del día es donde ambas quedan detrás de la puerta bajo llave, en dónde nada más importa y lo único que existen son dos adolescentes de 13 y 16 con una gran atracción de la que ambas estaban conscientes.

Impulsos amorosos en vez de fraternales, aunque en realidad la diferencia poco les importaba, lo único que importaba en ese momento del día, cuando el Sol se comenzaba a meter, la Luna hacerse notar y sus corazones a palpitar sincronizadamente era el rozar de sus pieles, el toque de sus labios, así como sus manos vagando por el cuerpo de la otra.

¿En qué momento pasó? No son consientes

¿Cuándo comenzó? No es algo que les interese

Si en sus brazos se siente segura ¿Por qué habría de importar? Si sus labios la hacen sentir en la Luna ¿Por qué se debería de fijar? Si sus ojos le brindan seguridad, no hay nada más por hablar.

No dicen nada, solo ocurre.
No hablan, solo sienten.

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Jennie estaba esperando con ansias que la cena terminara.
Golpeaba el suelo constantemente con su pie y está de más decir que dejó su plato a medio comer en cuanto vió que su hermana se levantó de la mesa.

-Buenas noches- Dijo Jennie apurada levantándose de su asiento.

-¿No tienes hambre Jen?- Preguntó su madre

-No mami, me duele un poco el estómago- Dijo haciendo un puchero y dejando a su mamá poco convencida.

-Ok cariño, buenas noches- Dijo su padre ignorando el gesto de desaprobación de su mujer al dejar a Jennie levantarse.

Jennie corrió por las escaleras hasta llegar a la habitación que compartía con su hermana.

Abrió la puerta y se encontró con la mayor a medio vestir. Solo tenía puesto un top deportivo que apretaba sus pequeños pechos y estaba subiendo por sus largas piernas el pantalón corto perteneciente a su pijama.

Lisa al darse cuenta que su hermana se encontraba ahí, cuestionó su presencia.

-¿Acabaste de cenar? Tu plato aún tenía mucha comida-

-No...- Sabía que venía una reprimenda por parte de la mayor.

-¿Qué te he dicho sobre comer bien?- Dijo al parecer molesta, pues le enojaba que su pequeña no se alimentará como debía.

-Es que me duele el estómago- Sus pucheros nunca fallaban, pues vió que la expresión de su hermana se iba ablandando. Jennie se acostó en la cama de Lisa, quien lo hizo también cuando terminó de ponerse su camiseta.

-¿Estás enferma?- Dijo sentándose frente al respaldo y atrayendo el cuerpo de Jennie hacia ella y posicionándola entre sus piernas.

-No lo sé, solo me duele- Vaya que era mala para las mentiras.

-¿En dónde te duele?- Dijo dando un beso en su cabeza y acariciando su mejilla con una mano.

-Aquí- Dijo señalando su vientre bajo.

Lisa bajó su mano del rostro de Jennie, pasando por su cuello, rozando sus pechos a penas en desarrollo y su abdomen hasta llegar al lugar antes señalado.
Sobó haciendo círculos en el lugar suavemente en el plano vientre de Jennie. Lo hizo durante unos minutos en los cuales Jennie sentía que se empezaba a quedar dormida.

-¿Estás mejor bebé?-

-Eh... No... Me duele aún- ...

Lisa apartó un poco el cuerpo de Jennie para que pudiera salir de él, se posicionó frente a ella y la empujó un poco para que quedara acostada sobre la cama. La morena estaba algo confundida pero se dejó hacer.

Lisa llevó sus labios justo abajo de los pechos de Jennie e hizo un reguero de besos hasta llegar a su pancita, dónde dejó sus labios aún más tiempo.

-¿Ya no te duele?- Dijo mirándola a los ojos.

-Ya no me duele- Dijo sonriente.

Lisa se acostó sobre ella sin llegar a aplastarla sin dejar las suaves caricias en el cuerpo de su menor que poco a poco comenzaba a relajarse casi al punto de caer dormida hasta que el timbre del teléfono de Lisa la hizo sobresaltarse.

-¿Hola?- Dijo la mayor con voz adormilada.

-Hola Rosie- Escuchó Jennie a Lisa.

Rosé era la mejor amiga de Lisa, pero ciertamente no le agradaba, pues había veces que pasaba mucho tiempo con ella y casi nada con Jennie, aparte de que cuando llegaba a ir a su casa, no le prestaba atención.

Lisa se desconcertó un poco al sentir que Jennie salía de debajo de ella.

-Si Rosie, nos vemos mañana en el colegio-

Jennie se acostó sobre su cama y se metió debajo de las cobijas dandole la espalda a Lisa.
Lisa sabía perfectamente el por qué de el comportamiento de su hermana, sabía que Chaeyoung no le agradaba.

-¿Nini?-

-Ya dormiré, buenas noches-

-No seas enojona- Jennie escuchó los pasos de sus pies descalzos y seguido de ello sintió como su cama se hundió por un peso extra.

Lisa se metió bajo las cobijas de su hermana y puso un brazo en su cintura.

-Mírame- Dijo haciendo presión con su mano sobre la cintura de la menor. Jennie volteó hacia ella y gracias a la cercanía de Lisa sus narices casi se rozaban.

-No te molestes, no me gusta que te enfades conmigo- Dijo Lisa haciendo un puchero.

-No estoy enfadada- Dijo frunciendo el ceño inconsciente.

-Sí que lo estás- Dijo riendo al ver la clara molestia en ella.

-Ella no me agrada-

-Pero es mi mejor amiga- Jennie estaba dispuesta a voltearse, pero la mano de Lisa sobre su espalda baja la detuvo.

Ojos esmeralda sobre azules profundos encendidos por los celos. No querían hablarlo, no era tiempo aún, pero con la mirada transmitió lo que sentía, le dijo que era únicamente de su propiedad, su corazón era suyo y de nadie más.

La suave caricia de la mano de Lisa sobre su mejilla la obligó a cerrar los ojos y finalmente sus labios sellaron la promesa no hablada pero que nadaba en el aire, se sentía en el ambiente, se los decía el corazón.
Ambas se vieron a los ojos en una batalla de miradas por unos segundos hasta que Lisa se inclinó sellando sus labios.

Nuevamente solo contacto, sin movimiento, solos sus labios perfectamente amoldados a los de la otra.

꒰⑅ᵕ༚ᵕ꒱˖♡꒰⑅ᵕ༚ᵕ꒱˖♡꒰⑅ᵕ༚ᵕ꒱˖

Recibí varios mensajes de que les gustaría que la historia no fuera larga. Ya tenía más o menos lo que pasaría siendo corta, pero díganme si quieren que diré más para modificarla.

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