Catarsis ↬ Jaeyong ; Yuwin ; Markhyuck [NCT]

Capítulo 48

Otra perspectiva 

Lunes, 10 de diciembre.

Jungwoo estaba nervioso, sus manos sudaban y no podía dejar de temblar. Todo lo que alguna vez soñó se estaba convirtiendo en realidad y lo único que podía pensar era en cuan afortunado era por tener a Yukhei a su lado. Al amor de su vida, alguien con quien quería compartir todo, incluso la paternidad de su pequeña nenita.

—No estés nervioso —Yukhei puso una mano sobre la pierna del contrario para transmitirle tranquilidad. —Ya fuimos aceptados, amor. Todo va a salir bien de aquí en adelante. Tendremos a nuestra bebé y seremos los más felices porque al fin se cumplirán nuestros sueños.

—¿Y si... y si no soy un buen papá? —preguntó Jungwoo temeroso porque él más que nadie quería ser el mejor papá del mundo. Quería darle todo lo posible a su bebé. —No me perdonaría ser un mal papá-

—Yah —lo cortó Yukhei dándole una mirada con el ceño fruncido. Rápidamente miró hacia la carretera. —¿De qué estás hablando? Serás el mejor papá del universo, no tienes que tener miedo, amor. Nuestra nena será la niña más afortunada por tenernos.

—¿Cuánto falta? —prefirió cambiar de tema porque o sino pronto se echaría a llorar por los nervios. —Ya quiero tenerla en nuestros brazos, verla, llenarla de besos.

—No falta nada, recuerda que la asistente social nos dijo que estaremos un par de meses aprueba.

—Lo sé, pero no tendremos problemas, daremos lo mejor de nosotros —Jungwoo sonrió, ya viendo a lo lejos el recinto donde verían por primera vez a su bebé. —¡Estoy emocionado, Yukhei!

—Lo sé —el chino rió emocionado sintiendo como su novio a su lado daba pequeños saltos en el asiento.

Minutos después, ellos entraron con el auto al recinto de estacionamiento, viendo como algunos niños a lo lejos jugaban y algunas trabajadoras los miraban y supervisaban. Jungwoo se emocionó tanto que ni siquiera esperó a que Yukhei apagara el auto cuando saltó fuera, chillando de alegría logrando que algunas miradas se dirigieran hacia ellos.

No les costó para nada llegar a la entrada del lugar, aunque la asistente social ya los estaba esperando allí, tan simpática como la primera vez que la vieron.

—Está un poco emocionado, señor Kim —dijo ella con una sonrisa mientras lo guiaba hacia una oficina, en donde los primeros minutos solo habló sobre las normas, los cuidados, las condiciones y las reglas que ellos debían llevar a cabo. —Ahora que está todo dicho y claro, podemos proceder a ver a los bebés.

Jungwoo asintió emocionado y tomó la mano de Yukhei entrelazando sus dedos y dejándose guiar por la asistente, en donde entraron por una puerta, encontrándose con muchas trabajadoras atentas de lo que hacían los muchos niños que eran alrededor de 5 meses hasta el año.

Jungwoo quedó tan maravillado que no podía quitar la vista de ninguno de los bebés que estaban allí, sus ojos simplemente se paseaban por todos, queriendo tomarlos y llenarlos de besos a todos, mucho más cuando ellos se dieron cuenta de su presencia y algunos no tan tímidos gateaban hasta él para llamar su atención.

—¿No puedo llevármelos a todos? —susurró, soltando la mano de su novio para arrodillarse a acariciar la cabeza de los pequeños que lo rodeaban balbuceando, otros soltando palabras ininteligibles.

—Amor —susurró Yukhei a su lado, sin quitar la mirada de más al fondo de la sala, donde una nenita los miraba con un biberón en sus labios. Estaba en su respectiva cuna, parada apoyada en el barandal, pero sin quitar la vista de ellos.