Capítulo 5

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— ¿Dónde está mi Ato? — Cuestionó el rey Min mientras caminaba a pasos agigantados por todo el palacio real mientras iba mirando las nuevas medidas de seguridad que debían tomar contra un incansable Hedas.

Hedas, ese era el nombre del ser despreciable que creó toda una nueva raza de lunianos, alterando parte de sus genéticas, los hedios. Durante milenios enteros, la familia Min fue la regente absoluta de Luna Dorada, la familia real, misma que con sus poderes de nacimiento fueron creciendo, mutando la naturaleza y genética, tanto de ellos como de los demás habitantes.

Fueron muchos los estudios realizados, los avances tecnológicos que ni siquiera en otro milenio la raza humana podría igualar. De ellos dependían no solamente su mundo, sino muchos otros de los cuales pocos seres tenían conocimiento. El poder que manejan es tan extenso e inigualable que ha despertado la envidia y sed del mismo entre habitantes del universo, incluyendo a Hedas.

Como una escalera, el poder cuando empieza ascender, no hay ni final ni descenso, salvo la caída, cosa que a mucho les acontece porque en la cima no hay lugar para todos y al menos en esa luna, quien reinaba y tenía el máximo poder era únicamente el rey Min Yoongi.

¿Alcanzarlo o intentar derrumbarlo? Muchos lo habían intentado, lo seguían haciendo pero nunca hubo nadie que siquiera tuviera el temple para irle diferente. Ninguno contaba con recurso o poder suficiente hasta que llegó alguien que, de una forma u otra tenía en algún lugar de su interior sangre real. Ese era Hedas, un pelirrojo de extremadamente larga cabellera lacia, que en algún momento también utilizó nombre terrestre, Yoon Jeonghan.

En sus intentos por seguir e investigar al rey, viajó a Tellus cuando este comenzó a viajar a ese planeta de forma regular años atrás, mas fue una frustración que lo dejó furioso durante mucho tiempo. Intentaba encontrar a Kore, la segunda hija del antiguo rey Min pero todo fue en vano, regresando a Luna dorada al constatar que nada de lo que hacía el peligro lo guió a lo que buscaba.

Aún no tenía el poder necesario para ser considerado un enemigo inminente pero bien sabía el regente de ese mundo que existía adversario pequeño que se pudiera subestimar y por eso jamás bajaba la guardia.

— ¡Ordené expresamente que no podía alejarse del castillo solo y mucho menos sin mi permiso! ¿Qué han estado haciendo? ¿Cómo logró salir sin que la alarma se activara? — Caminaba nervioso, temiendo que este en algún momento pudiese ponerse en peligro. — Sin una unión no puedo saber su ubicación exacta y por idiota no he activado el monitoreo de su persona. — Musitó mientras activaba su traje por uno que mantuviera más elevada su temperatura. — Saldré a buscarlo, manda a preparar mi transporte.

— Su alteza... — Dudaba sobre si debía hablar o no, por alguna razón se sentía incómodo informando sobre el futuro Atemin de ese mundo. — El ato no ha salido solo, fue acompañado por el caballero negro, Esir.

— ¿Esir? — Preguntó incrédulo formando una gran "V" con sus cejas, girándose con parsimonia al procesar lo dicho por su empleado.

Esir era su hombre de mayor confianza, siempre lo fue pero el mero hecho de saber que su caballero negro y él compartían a una misma alma gemela, hacía que muchos de sus pensamientos y convicciones se debilitaran. Jimin y él no tenían nada concreto aún debido a que andaba con pie de plomo, enseñándole cuidadosamente cada detalle de su mundo.

Sus costumbres, sistema, cultura e idioma, el funcionamiento de cada cosa a su alrededor y más allá. Tenía a los mejores ayos del palacio instruyéndolo de primera mano porque si bien contaba con increíbles conocimientos para un telluano, estaba completamente desactualizado en muchísimos aspectos.

El terrestre era como un niño que daba sus primeros pasos y comenzaba a correr repentinamente por cada lado disfrutando todo su entorno. Investigaba a cada momento libre que tenía y él realmente disfrutaba verlo tan entusiasmado con todo lo que tenía que ver con su persona y el mundo en que vivía.

Luna DoradaWhere stories live. Discover now