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Entré al baño, me desmaquille y me lavé los dientes, todo muy lentamente para hacer tiempo. Aún con la bata de baño puesta abrí la llave de la regadera, gire para quitármela y colgarla y me topé con JaeHyun que alcanzó a taparme la boca para que no gritara. Se llevó el dedo índice de su otra mano a la boca, indicándome que guardara silencio, yo asentí con la cabeza y me soltó.

– ¿Cómo rayos entraste? – pregunté en un susurro mientras me preguntaba dónde estaría ahora SeungHyun que JaeHyun pudo escabullirse al baño sin problema alguno.

– Vaya que eres distraída, este baño conecta con las dos habitaciones – respondió y me mostró la puerta que yo no había distinguido – cuando escuché el agua correr me asomé para ver si eras tú y que suerte tuve – agregó soltándome la tira de la bata que se abrió dejando al descubierto parte de mi cuerpo desnudo.

– Ahora sí enloqueciste por completo, SeungHyun está en la habitación de al lado.

– ¿Y a poco no lo hace más excitante? – susurró mirándome con pasión.

Yo me quedé paralizada, él se acercó y me quitó la bata, me recargó en la pared y mi cuerpo se arqueó ante el frío del azulejo, la adrenalina comenzó a recorrer mi cuerpo mientras él pegaba el suyo al mío y sentí su erección. Me lamió el cuello, luego subió a mi mandíbula y después a mis labios mientras se pegaba más y más a mí. Lo abracé por la espalda, quise besarlo, pero echó la cabeza un poco hacia atrás sonriendo y sólo pude lamerle los labios, así que eso seguí haciendo, primero, el inferior de un lado a otro y luego el de arriba. Sus manos estaban masajeando mis nalgas, yo bajé su bóxer y acaricié su masculinidad, él correspondió de la misma manera acariciando mi parte más íntima con dos dedos, nos besamos desesperadamente y luego sustituyó sus dedos por su miembro, pero sin introducirlo, sólo me frotaba suavemente.

Se separó para ponerse el condón que tomó del lavabo, me hizo darme la vuelta, tomó mis manos y las puso a los lados del lavabo. Yo lo sujeté con fuerza, se colocó detrás de mí y se introdujo en mí, me mordí el labio para no gritar y él comenzó a moverse sujetándome de las caderas, yo trataba de reprimir los gemidos, a pesar de que se escuchaba el agua cayendo. Él salía y entraba de mí sin cesar, puso dos dedos en mi boca que igual salían y entraban de ella y su otra mano subía y bajaba por mi muslo, apreté los ojos cuando sentí que él explotaba en mi interior desencadenando que yo lo alcanzara segundos después.

– Estuve esperando todo el día por esto – susurró en mi oído – me trastornas MiSuk, cada día ansío más estar contigo – agregó y me giró la cara para besarme.

Cuando desperté, a la mañana siguiente, SeungHyun no estaba en la cama, supuse que se había ido a correr de nuevo, miré el reloj y casi eran las diez de la mañana, así que me levanté. Después de lavarme los dientes, me ganó la curiosidad y me asomé a la habitación de JaeHyun, pero no estaba, entonces bajé a la cocina. Estaba por abrir la puerta y escuché murmullos.

– Yo también te extraño mucho princesa, te prometo que lo primero que haré mañana cuando regrese será ir a verte – dijo la ya familiar voz masculina y se me hizo un nudo en la garganta.

En cuanto SeungHyun salió de la cocina, JaeHyun me sujetó fuertemente por el brazo y me hizo girarme para mirarlo.

– ¿Qué parte no te quedo clara de que no permitieras que te tocara? – recriminó furioso.

– Es mi novio, no puedo rechazarlo todo el tiempo.

– Eres mía MiSuk, sólo mía y si no quieres que le tumbe los dientes al imbécil ese, vas a buscarte un pretexto muy bueno para que ni siquiera te mire.

–Suéltame que me estás lastimando, no eres nadie para exigirme nada, recuerda que lo nuestro es sólo sexo sin compromiso, fue fácil conseguirlo y con esa misma facilidad puede acabarse.

– Estás muy equivocada si piensas que te voy a dejar ir con facilidad, me perteneces, no lo olvides.

– No soy un objeto JaeHyun, puedo tomar mis propias decisiones, no lo olvides tú.

Se escucharon los pasos fuertes de SeungHyun y entonces me solté. No supe de dónde saqué fuerzas para decirle eso, lo que había entre JaeHyun y yo no era sólo sexo, al menos no de mi parte, y debía reconocer que por un lado me sentía feliz por los celos de JaeHyun, aunque no sabía si los provocaban un sentimiento afectivo o sólo era su orgullo de hombre herido.

SeungHyun y Hana entraron a la cocina, ella abrazó de nuevo muy efusiva a JaeHyun y sentí un dolor en el pecho, después me saludó a mí muy entusiasta como siempre, yo le sonreí, pero la tensión se sentía en el aire.

Desayunamos ahí, casi en silencio, sólo Hana y SeungHyun hablaban de vez en cuando. En cuanto terminé, subí a mi habitación a cambiarme, me puse unos vaqueros y un suéter ligero. SeungHyun subió después y me abrazó por detrás, pero me separé argumentando que no estábamos solos y que no era nuestra casa. Él aceptó sin recriminaciones y empezó a cambiarse de ropa y yo bajé. Escuché las risas de Hana provenientes de la parte trasera de la casa, resoplé y caminé hacia allá, estaba jugando ping pong con JaeHyun, quien se puso serio al verme.

Minutos después llegó SeungHyun y entonces Hana propuso que jugáramos los cuatro. El juego empezó tranquilo, pero de repente, JaeHyun empezó a golpear la pelota demasiado fuerte mandándosela a SeungHyun que le respondía de la misma manera, Hana y yo nos quitamos al ver lo agresivo que se estaba poniendo el asunto. JaeHyun miraba con rabia a SeungHyun y se notaba que tenía todas las intenciones de golpearlo con la pelota y si no hubiera sido porque SeungHyun era muy hábil para regresársela, lo habría conseguido.

Hana me sugirió que entraramos a casa y no muy convencida lo hice ya que ella prácticamente me arrastró al interior, pero yo estaba sumamente nerviosa por lo que pudiera pasar entre ellos si se quedaban solos. Ella encendió el televisor y empezó a cambiar de canal en canal hasta que encontró algo que le llamó la atención, era un partido de hockey sobre hielo y gritó emocionada porque su equipo favorito estaba jugando. Más tarde entraron Jaehyun y SeungHyun y éste también se entusiasmó porque era gran aficionado de ese deporte, así que se sentó al lado de Hana en el sillón.

– ¿Acaso te gusta el hockey? – preguntó sorprendido.

– Uy sí, desde niña, mi papá lo jugaba, aunque nunca estuvo en un equipo profesional.

– ¿Y a qué equipo le vas?

– A Chicago Blackhawks.

– ¿Bromeas?, yo también.

– Chócalas amigo – exclamó entusiasmada y le extendió la mano que SeungHyun se la chocó – ojala que ganen, acaba de empezar el partido.

– Hana, ya habíamos quedado en ir al supermercado – dijo JaeHyun serio.

– Pero baby, sabes que cuando los Balckhawks juegan el mundo desaparece para mí, vamos cuando termine, ¿sí?

– Y tú sabes que a mí eso me aburre.

– A MiSuk también – intervino SeungHyun.

– Entonces vosotros, par de aburridos, vayan a hacer las compras mientras mi amigo SeungHyun y yo vemos el partido.

– Sí, es buena idea y de paso traen unas cervezas – agregó SeungHyun.

JaeHyun me miró y entró a la cocina por las llaves del coche, que había dejado ahí cuando se las entregó SeungHyun. Yo no estaba muy segura de ir, lo que menos quería era que empezara con reproches otra vez, pero al ver que Hana y SeungHyun estaban ensimismados viendo el televisor y yo no encontrar otra cosa que hacer, decidí acompañar a JaeHyun, al fin que iríamos a un lugar lleno de gente.

欲 Tentación → Jung JaeHyunWhere stories live. Discover now