LA NIÑA DE PELO NEGRO Y OJOS AZULES

CAPITULO 1

Emo tenía 12 años, era una niña solitaria, fría y seria, no tenía amigos. Se podría decir que vivía sola, no tenía hermanos, su madre había fallecido años atrás y su padre era un alcohólico y drogodependiente que se pasaba el día en el bar o vendiendo distintos tipos de pastillas y jeringas. Él le pegaba y maltrataba los pocos minutos que pasaba en casa. no estudiaba ni iba a clase, para el resto del mundo no existía.

Para comer, utilizaba el dinero de su padre o alimentos que robaba de mercados, siempre iba despeinada con una gran gabardina, ropa vieja y unos calcetines sucios. Era de pelo negro y pálida tez, tenía ojos azules y una nariz fina, su forma de la cara era muy alargada y sus brazos y piernas era flacos por la desnutrición que sufría. Tenía moratones y heridas por todo el cuerpo, tapadas por su larga gabardina.

Ella no tenía ninguna cualidad y no sabía ni escribir ni leer, pero había algo que la diferenciaba de los demás. Sabia dibujar, con las cenizas de su chimenea, dibujaba increíbles obras por toda la ciudad. Simbolizando guerras y destrucción, pero a la vez, amor y belleza.

Emo, desde los 4 años, cuando perdió a su madre, no había llorado, ni reído, ni siquiera sonreído, ella, no sentía nada en absoluto.

al cumplir los 18 descubrió el cuerpo de su padre que había muerto por una sobredosis, decidió escapar de casa cogió todo el dinero de su detestado padre y se alojó en un parque del pueblo, se hizo pasar por extranjera y nadie supo que había pasado unas horas atrás.

Con el dinero que le sobro de los ahorros de su padre, se compró unas baratas pinturas y un fino pincel. Comenzó a dibujar en las calles ganando limosnas y apenas tenía para comer. Se compro ropa de segunda mano y unos zapatos que le quedaban muy grandes.

Un día, conoció a Eider un muchacho de su edad. Eider se enamoró perdidamente de ella, pero ella no sentía nada. Aun así, vio una oportunidad de robarle todo su dinero tenía pinta de ser muy rico, vestía suaves y limpias ropas y mostraba una radiante sonrisa.