Capítulo 16. Regalos de Daddies

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«Tienes que ir a la mansión de Crocodile porque ya le vino su prótesis y no puede pasar por aquí. Su chofer te llevará allí».

Esas fueron las palabras de Marco hacia ti. Ibas en dirección a la casa de Sir Crocodile con el maletín que está la prótesis de ese hombre. No lo podías negar, estás sola y tú corazón está latiendo con mucha fuerza. ¿Vas a estar a solas con él o va a estar acompañado con uno de sus sirvientes? Tú sabías que él era uno de los Daddies y, de verdad, saber que ibas a estar cerca de él. Observas desde el cristal que estáis yendo por un camino de tierra que solamente hay árboles. Pues sí que vivía lejos ese hombre y eso que tenía una empresa importante a su nombre. Tendría que levantarse temprano para ir a la gran ciudad. Su mayor ventaja era que tenía a su propio chófer.

Entonces viste a lo lejos la famosa mansión de ese hombre tan poderoso. Tus labios formaron una "o" de grata sorpresa, no creyendo que estuvieras aquí. Parecía que te ibas a casar con un príncipe de verdad. El chófer privado aparcar para bajarse del auto y dirigirse a tu puerta para abrírtela. Es muy educado que tomaste su mano para salir de ahí. Tu cuerpo está petrificado porque sentiste miedo de entrar, desconocías lo que puede ocurrir ahí dentro. Sospechas que Crocodile hará todo lo posible para coquetear contigo y que te quedes con él. Tomas aire y, con mucho valor, caminas hacia las grandes puertas siendo acompañada por el mayordomo que te esperaba.

Te comenta que Sir Crocodile te estaba esperando en su gran comedor porque desea que comieses con él. «¿Comer?», esto parecía una cita o que él aprovechó la ocasión para estar más cerca de ti y tener más contacto. ¿Y si Marco se lo ha comunicado? Bueno, recuerdas que él te comentó que él ya conocía la situación. Pero entonces el recuerdo de Law y tú besándose en la noria. ¡Estás echando humo por las orejas y estás roja como un tomate! Es que esa escena fue tan tierna que no dudaría de volver a repetirlo con él. ¡Y te acompañó a tu casa para darte otro beso! ¡Law es demasiado lindo para tus ojos!

Las puertas del comedor se abrieron, dejándote paso. Crocodile está sentado en su trono y la mesa es tan larga que la distancia es bastante grande. Esta abarrotada de comida. Él amplía la sonrisa que no duda en levantarse y caminar hacia a ti. Una imagen de él siendo Mr. 0 vino a tu cabeza que aún mantienes tus mejillas sonrojadas.

—Bienvenida a mi gran mansión, señorita ___ —saluda, mientras toma una de tus manos para besarla como buen caballero que era.

—Gracias, Crocodile-san.

—Por favor, siéntate conmigo para almorzar. Puedes entregarle el maletín a Daz, estará a un buen recaudo.

Un hombre fornido hace acto de aparición para que le entregases el dichoso maletín. Hecho eso, notas la mano de Crocodile en tu espalda para guiarte hacia la silla y que te sentaras. Con buena educación, aparta un poco el mueble y te acomodas en él. Hay una barbaridad de comida y no sabías que coger. Realmente no tenías nada de apetito, pero ya estás ahí con probar algo no te ibas a morir.

—¿Cómo te va con las prácticas? —te pregunta, mientras coges una loncha de lomo adobado.

—Pues muy bien, aunque un poco estresante —confiesas.

—Ser doctor o doctora es duro, pero sé que lo harás bien —dice. Saca de su cajetín un puro para encenderlo luego—. Y conociendo al buen doctor te cogerá para que trabajes ahí.

—Veo que lo conoce muy bien.

—Como no, es mi médico personal. Confío mucho en él.

«¡Está muy bueno!», tus ojos brillaron por el sabor de ese trozo de carne. Hacía tiempo que no probabas algo tan exquisito desde que empezaste las prácticas. Escuchas una leve risa por parte de Crocodile. Claro, te avergonzaste que te encogiste de tu sitio. Aproximas la mano para coger el vaso de agua y beber porque tu garganta está seca.

Daddy's Corporation (One Piece x Reader)Where stories live. Discover now