El trato

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-Marie... no creo que sea... buena idea. -ella se veía muy emocionada, pero yo no creía que eso fuera posible. No tan pronto. Billie necesitaba tiempo.

-¿Eres idiota, Wolf? -Justin hacía tiempo que no me llavaba así. Se sintió extraño.

-Te explico por el camino. ¡Corre! -gritó Marie.

Salté del susto y subí a la habitación. Me cambié el pijama por unas bermudas negras y una sudadera blanca. Ni me lavé la cara ni peiné mi enredado pelo.

Pensé que solo vendría Marie, pero no, todos mis amigos ya estaban preparados para salir de casa.
Los miré uno por uno, ellos sonreían.

-Intentémoslo, _____. -dijo Diego.

-No pierdes nada. -ese era Justin.

Miré a Marie, que me cogió la mano y me estiraba hacia el coche. Danielle, Marie, Noah y yo fuimos en el coche. Conducía Danielle.
Diego y Justin fueron en la moto del pelinegro.

-Bien, ¿y a dónde se supone que vamos? -pregunté.

-Billie está en la ciudad, sus fans la esperan en la entrada del hotel. No será difícil encontrar cuál es. -dijo Marie.

Dicho esto, Dani arrancó y nos pusimos a dar vueltas por la ciudad mientras Marie me explicaba.

-Verás, Anton es íntimo amigo de mi padre, el que siempre movía sus trapos sucios, digamos. Ya viste que yo iba a todos lados con mi padre, entonces lo se todo. He tardado dos años en darme cuenta de un dato muy importante... siento mucho la espera. -negué con la cabeza, acariciando su brazo. -La cosa es que mi padre es, o era, el que le daba el reparto de droga del mes a Dani, el jefe de las carreras. Pero el no se ensuciaba las manos, para eso estaba Anton.

Abrí mis ojos como platos. Yo trabajaba para Dani, entonces trabajaba indirectamente con esos dos hombres también. Repugnante.

-¿Y qué sacamos de todo eso? -preguntó Danielle.

-Se dónde guarda Anton todo el cargamento de droga que reparte él y sus hombres a tipos como Dani. No tiene escapatoria.-dijo la ojiverde.

-Y si no nos enseñaba el video que grabó la noche que Sam drogó a _____, Marie le iba a dar el chivatazo a la policía y... ¡boom! -dijo Noah emocionada.

-Ese video es muy desagradable de...de ver. Estás inconsciente _____, y te tocan por todos lados... -tragué hondo. -Pero es la prueba de que tú nunca engañaste a Billie. -cuando Marie acabó de explicármelo todo, mis ojos se llenaron de lágrimas.

-Dios Marie... ¿cómo... cómo has hecho para sacarle que tenía un video? -pregunté apunto de llorar.

-Fácil. Si no tenía ninguna prueba realmente, iba a dar el chivatazo igual, por hijo de puta. Pero me dijo que tenía el vídeo y para asegurarme de que cumpliría el trato, me lo ha enviado y yo prometí no dar el chivatazo si no quiero morir. -su sonrisa se ensanchó.
Miré a Danielle en el piloto, sonriendo y mirándome cada 3 segundos.
Noah sonreía satisfecha y Marie tenía un brillo especial en sus ojos.

-Nadie más que tu merece felicidad en esta vida, _____. Has sufrido mucho, y te han puteado mucho. Billie lo entenderá. -dijo Marie.

Adoraba a esta chica, de verdad que lo hacía.
Mi corazón se llenó de esperanza, estaba impaciente por ver a Billie ahora mismo. Pero tenía miedo, miedo de que ella esté mejor sin mi.

-Eres... eres increíble Marie. -le dije con mis ojos cristalinos.

-Te lo debía, te debo la vida y mucho más. -cogió mi mano y a las dos se nos escapó una lágrima.

In the deep ocean | Billie Eilish Donde viven las historias. Descúbrelo ahora