𝚝𝚑𝚎 𝚏𝚊𝚒𝚗𝚝 𝚜𝚞𝚗𝚕𝚒𝚐𝚑𝚝._

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No limpiaban, no esta vez.

Jeno reconocía que Jaemin no tenía energía para aquello, y él, simplemente no quiso hacerlo. Y por ahora, se están tomando las manos.

Jaemin piensa que, mientras no mueran, sus vidas parecían infinitas. Eso pensaba esa noche también.

El agarre de los dedos de Jeno cobró fuerza, calidez, cual si tratara de transmitirle algo. Y piensa que, de encontrarse en otras instancias, Jaemin ni siquiera estaría allí, con él, en ese momento. (Pero ya no podían faltar ni un día, de lo contrario, eras marcado como muerto).


La primera vez que se besaron no habían podido dejar de hacerlo, pero ya no lo hacían más.

No volvieron a besarse después de esa noche no porque no quisieran; Jeno sabía que Jaemin lo quería y Jaemin sabía que Jeno lo hacía también, pero vieron en el acto algo erróneo que no podrían describir; como si no fuese apropiado amarse en esta vida, ni abrazarse en la escuela ni en las calles camino a casa cuando podrían morirse en cualquier momento; pero ambos se preguntaban entonces: cuándo.


Jeno desenvolvió su mano de en torno a la del menor y tomó un cuaderno de su rejilla, trayéndolo hasta la cubierta de melanina blanca de la mesa, donde reposó el encuadernado de cuero con las florituras que trazaban un nombre que no era el suyo.


—¿Eres tú "Haechan"?

Jeno se mordió el interior de la boca, un segundo después, respondió:

—Sí.


Jaemin llevó sus dedos suavemente a la esquina de la libreta, los dígitos trazando con delicadeza cada una de las delgadas hojas hasta detenerse en una cerca del principio, allí levantó su dedo, llevando la tapa de la cubierta y el cuaderno se abrió a la mitad.


—Está vacío —Notó el menor, con un puchero débil en los labios y los hombros caídos, yendo atrás en las páginas en busca de algo. Entonces una idea llegó a su cabeza, sus ojos se iluminaron un segundo antes de darse la vuelta para alcanzar su bolso, que descansaba sobre el piso y contra una de las patas de la mesa, de allí sacó su cámara.


Jeno siguió cada movimiento con ojos cautos, sin moverse un solo centímetro con un indecible temor de ser descubierto. Y su vista se posó finalmente sobre la superficie del pupitre, mientras el lente de la cámara parecía llamarlo específicamente a él y Jaemin le miraba desde un lado, expectante.


Quiescent Trill ◞ nominWhere stories live. Discover now